capítulo 12. recuerdos-

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.- Flashback- 

 Tenía un nuevo destino en mi vida, un destino que había sido cambiado mi vida  gracias a una pequeña beca que había obtenido,  habia salido  de mi casa y en las calles del pueblo nuevo  donde debia pasar los años que ne faltaban  para graduarme, con mis pocos ahorros las había recorrido con emoción. 

Una sensación  efímera  ya que luego me fui sintiendo más y más pesimista. Había llegado un sábado y tenía clases el lunes, ese día había sido aburrido. 

¿Se necesitaba  dinero para ser feliz? 

Por lo visto si, ya que apenas  si  ese dia había comprando el uniforme y los libros de textos que necesitaría, todo el día corriendo por la ciudad me había agotado completamente, por lo que vi un café cerca de donde estaba comprando y decidí ir a descansar allí, me senté en una mesa con vista a la calle. 

Relajandome sintiendo como si observaba  una pared de una sala de cine en vivo ya que podía ver todo por el gran cristal: a los transeúntes, los carros, y enseguida lo vi; lo vi... a él. Un hombre atractivo con un sobretodo negro largo y lentes de sol, luciendo perfecto y refrescante llevaba el periódico aparentemente del día de hoy. 

Caminaba de forma sexy  por la calle resaltando entre la gente, mis ojos los seguian hasta darme cuenta que  Entraba al negocio. Dirigiéndose a la barra y mientras yo jugaba con la espuma de mi batido de frutas, él aparentemente pedía un café negro, mire encantada la forma que se servía el azúcar en el mostrador, tan perfecto tan varonil, ¿acaso los hombres de este lugar serían así? ¿ tan... Perfectos? 

Diablos, voy a vivir feliz entonces encantada  mirando esa fachada, pero esto no duraría  todo  el día. 

Recordando que aún  yo debía  volver  a la realidad  mire el reloj que estaba encima de él, y me levanté  de la silla apresurada por  la sorpresa. 

—¡Rayos! — Ya era es de noche y no me di cuenta, el reloj marcaba apenas   las 9 de la noche, sorprendiendome de este extraño horario.  En este lugar, cuando era de noche aún seguía claro y viceversa, dependiendo de la temporada, sin dejarme envolver  por mi mente, me fui corriendo para ir al pequeño hostal donde estaba hospedada tome las bolsas y envoltorios de las compras y corría apresurada.


Quien iba a pensar que en ese momento ese desconocido, sí... que estaba alli. Ese mismo desconocido paso delante de mí en ese momento cuando cruzaba  y claro no había una mejor forma de conocerlo que tropezándose encima de mí. Se podrán imaginar mi cara de felicidad al ser bañada por completo por un café enorme, al menos era café helado si no su cara fuera otra. 

 —¡Por un demonio!...¿mocosa, no puede ser más cuidadosa? — me señalo  molesto — Mira,  derramaste mi café e inclusive Arruinaste mis zapatos ¡Joder!— Me grito él hombre apuesto, se veía  guapo  incluso  estando  molesto.

— ¿Yo... yo?— le pregunté  sorprendida —¿no ves que yo también me ensucie? Demonios, ¿y ahora? Mira lo siento, tengo que irme—. Le repique  mientras recogía mis cosas del suelo.

 —Ven acá niña... eso no es un una forma disculparte.. Ven acá— me llamó  tomándome  de mi coleta. 

 —Suéltame, — me quejé, soltandome   un golpe, allí fueron a parar el resto de mis cosas en el piso,— mi uniforme nuevo — chille agarrándo las cosas sin prestarle atencion al desconocido. 

Tomando todo lo inspeccione—¿... Se habrá daño?. ¿Las manchas de café se quitan?—  Preguntaba enfurecida mientras lo sacudía rápidamente.

las bestias 🔞🔞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora