Capítulo 18. Huida

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Nadie puede pasar por el secuestro y el cautiverio sin ser tocado por el calvario psicológicamente. En este momento  El síndrome de Estocolmo  posiblemente  estaba ya en mi mente luego de ser cuidada con tanta atención  y cada pequeño gesto que Dipp tenía  hacía  mi. Esto al ser un fenómeno paradójico en el cual la víctima o sea yo, me veía  desarrollando  una conexión  hacía  mi captor. 

Si sentía  que me lo merecia, mi percepción  de la realidad con cada dia que pasaba era ireal. 

   No sé si era gracias a esto  que me hacia sentir triste por él, o porqué estaba delirando.  Nicolai me dijo que tenía que vivir. 

Lo recordaba  con tanta claridad como si él  hubiera estado a mi lado. 

Me arrastre hacia las cajas y mire las fotografías que estaban en el fondo. Desde ese momento, muchas veces las empecé a ver para no olvidarme de quien era realmente y creo que eso era una de las torturas psicológicas que implementaban en éste  infierno. 

Traer parte de tu vida a esta habitación y recordarte quien  una vez fuiste, posiblemente era una estrategia para hacer que te suicides y que la melancolía  te golpeara con su realidad. No iba a negar que estuve a punto de hacerlo varias veces, pero no tenía el valor suficiente. 

Era una cobarde y no lograba siquiera ahorcarme  con las sábanas,  ¿Por que dolía  tanto? 

Había  una foto que recordaba  con mucho cariño de nuestras  vacaciones, cuando por fin habíamos  confesado nuestros sentimientos, y esa fotografía  de improvisto que Jeniffer había  capturado rodeada de los brazos  donde Nicolai  sonreía  con timidez.  

 — te amo...— Susurre llorando y me llevé la fotografía al pecho mientras  lloraba hasta calmarme.  

 Abrí la maleta y mire las ropas que Jeniffer me había comprado y parte de la mía con la que yo había  llegado al colegio, inclusive estaba mi uniforme arrugado y todo cerrado cómo si hubieran tomado mis cosas con rapidez para borrar mi presencia en el lugar.

 ¿Si quiero sobrevivir tengo que hacer lo que tenga en mis manos lo lograría? Me mire las manos y observe las callosidades y las uñas arrancadas.

¿empezaba el juego psicológico? Suspire para tratar de no perder lo poco  de motivación  y volví  a observar  la maleta a mi lado y mis cosas. 

Lo primero que hice fue ir a ducharme salvajemente, quitando los rastros de sudor y sangre  de mi cuerpo; mi cabello estaba hecho un asco lleno de mugre y de sangre seca. 

Restregandome  con fuerza, me lo lavé con agua y lo trence para que tomara forma. Decidida  busque en la ropa mirando la cámara, ¿él pensará o preverá  lo que quiero hacer?.

 A veces pensaba que esa cámara era parte de la tortura, tal vez no servía ya que nunca la veía moverse o tener luz, por eso me hacía dudar de eso. Daba igual a cómo Dipp me decía siempre que en mi cuerpo había un chip de seguimiento que se fundió con mi torrente sanguíneo y si esperaba escapar no llegaría  muy  lejos.

  Ya limpia y aseada saque un conjunto de encaje rosado, y me coloque con nerviosismo, para vestirme  busque y encontré un pantalón corto y mire mis piernas con una mueca de sorpresa. 

 La suerte de ser de disminuido vello corporal, era que no necesitaba  depilarme con tanta frecuencia  y si las hormonas no me traicionaban nunca, mi cuerpo seguiría  asi un buen tiempo, si no en este momento tuviera más vello corporal que el mismo director y su hijo. De forma mecánica  Me arrastraba por la habitación arreglando todo  para darle un poco de aire "hogañero". Mire las rayas que eran la cuenta que según  yo llevaba en ese lugar llenando de miedo y ansiedad. Pero tenía  que calmarme  si quería  sobrevivir. Asi que luego de un rato me quede en sujetador esperando la visita de mi cuidador. 

las bestias 🔞🔞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora