CAPÍTULO 10: SALIDA

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Un agradecimiento a Enrojecido por la portada que creó para la historia, un gran gesto de su parte por elaborarla, además de felicitarlo por el buen trabajo de diseño.

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"Cuídalo, por favor" . La suave brisa que le trajo esas palabras aún remecía su cabeza. No recuerda si alguna vez su propio quirk le afectó, pero estaba segura que lo había escuchado. Kemii, sentada en su cama, todavía pensaba en ello. Rodeando sus piernas con sus brazos y una mirada perdida en el vacío... ese día en el cementerio, ver a su compañero redimirse de la culpa... sentir... "¿qué es lo que siento?".

No estaba segura. Muchas cosas pasaban por su mente. "La noche es hermosa", dijo mientras se posaba en la ventana de su departamento, la abrió para sentir el dócil viento, y esta acarició sus cabellos haciendo que bailaran. Era un tiempo de tranquilidad que podía gozar.

Ahora viajaba a esos momentos en donde, por unos minutos, estaba calmada cuando era llevada en brazos por su compañero. Era extraño, no había sentido esa paz por mucho tiempo... después de alejarse del contacto con el género contrario, todo por experiencias desagradables... amoríos que le dejaron malos recuerdos. Pero, con Izuku era distinto... él le generaba tanta confianza... tanta esperanza.

La suave brisa volvía acariciar sus mejillas, y un sonrojo se muestra en ellas... al momento de pensar en el joven héroe. Otra vez su mirada perdida. En esas pequeñas escenas donde ella se sentía plácida a su lado, donde le era de ayuda... en aquel momento que lo pudo ver llorar, enfadar... agradecer por su apoyo... disculparse... "El llamado a ser uno de los mayores héroes... es alguien noble y compasivo". Pero, sentía un agobio en su corazón... porque sabía que aún el sufría, y temía que eso lo debilitara más. Ahora todo tenía sentido.

- "Tal vez ella... no, es tan extraño pensar eso". Se avergonzaba con solo decirlo. "Pero... aún si solo fuera una alucinación... quiero cumplirlo". Se tocaba sus suaves cabellos. "Después de todo te entiendo... Uraraka-san...". Una sonrisa se dibuja en su rostro. "El por qué te enamoraste de él".

Ya era tarde y debía acostarse... aunque mañana era su día de descanso... al igual que el de Izuku.

(...)

No tenía mayores planes, después de todo desde que su antigua compañera se mudó de ciudad no salía tan a menudo. Un paseo por las tiendas, a disfrutar de lo nuevo que veía interesante en la televisión, sus descansos eran escuetos. En algunas ocasiones, con otras heroínas de su centro laboral, salían a bailar, a buscar pretendientes... y ella era la que se llevaba las miradas, pero siempre terminaba en lo mismo, no encontraba al indicado.

A unos kilómetros más alejado, el joven se relajaba entrenando. Regresaba a su hogar después de correr un poco por la playa, una costumbre de años. Después de todo debía estar preparado para cualquier emergencia... en eso suena su móvil.

- "¿Aló?".

- "Izuku-kun, buenos días". Era la voz de su bella compañera.

- "Kemii, buenos días, ¿a qué debo tu llamada?"

- "Bueno... quería saber cómo te encontrabas... ya que después de ese día no pudimos conversar". Se escuchaba afligida.

- "Sí... pero gracias a tu ayuda me siento algo mejor... aunque yo debería ser quién preguntará eso... al final tú fuiste afectada por el esfuerzo".

- "Pero te encargaste de mi... te agradezco por tu atención."

- "Descuida, después de lo que pasó... era lo menos que podía hacer".

La Ilusión de su Mundo HeroicoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora