Hay veces donde el dolor es pasajero... un simple soplo que prueba al ser humano, pero algunas veces es una marca perenne, que cuando sucede solo te queda vivir con ella. Y de esto siempre viene una pregunta, ¿cómo hacerlo? No existe una única respuesta.
Dos semanas pasaron tras esa salida, ahora la profesión los tenía ocupados. Lidiar con diferentes criminales, pendientes del accionar de ambos héroes, era agotador. Tanto fue la presión que debieron cambiar de zonas con otros compañeros de la agencia para desviar la atención de aquellos que los perseguían.
Pero, no importa cuanto problema tuvieran que enfrentar, la situación entre ambos no era igual... por lo menos de parte de Izuku.
Las conversaciones no habían desaparecido, pero sus temas eran más laborales que amicales... aunque en horas del descanso seguían usando aquella banca al lado del árbol, era algo que nunca cambiaron incluso en tiempos difíciles. Su lugar especial... de compañerismo.
Había veces donde Kemii trataba de hablar sobre lo que sucedió aquel día en el parque de diversiones, pero el joven héroe cambiaba la conversación, cualquier tema era utilizado para hacerlo. Izuku no deseaba retomarlo, quería conservar el lado amical de su relación con su compañera... era todo lo que deseaba... aunque había veces donde sentía que eso frustraba a la heroína. Después de todo, no era fácil olvidar.
Ella en cambio... aún recordaba ese momento de angustia en su hogar...
- "¿Por qué?... ¿por qué lo llame así?". Sus palabras aún le hacían daño. "¡Maldición!". Sollozaba... se enojaba más... se presionaba el pecho. "¡Maldición... soy una estúpida!". La ira la consume y con el grito una bolsa sale volando... y en el piso una vestimenta roja cae... un tenue sonido se abre paso entre el llanto. Ella lo escucha.
Sus ojos hinchados observaban el atuendo, distinguía el color, aunque la oscuridad dominaba gran parte del departamento... solo la suave luz de luna penetraba desde su ventana. Utsushimi no apartó su vista de aquel vestido... por varios minutos no dejó de hacerlo. Estaba perdida en ese regalo.
- "¿Acaso yo..."
Se levanta del frío piso, toma el vestido rojo caído... y lo abraza, con ternura... con tranquilidad.
- "... no tengo el derecho de amarlo... Uraraka-san?".
Y cubierta por el brillo de la luna lloraba, abrazando aquello que consideró su tesoro.
Mientras se mantenía sumergida en sus recuerdos... su joven compañero la trajo de vuelta.
- "¿Utsushimi-san, te sientes bien?". No había respuestas de la bella joven. "¿Utsushimi-san?".
- "Lo... lo siento... yo... solo pensaba en algunas cosas, Izuku-kun".
Quería regresar el tiempo.
- "Bien, la hora del descanso pronto finalizará... será mejor andar, Utsushimi-san. Nos toca...".
- "¿Por qué?". Estaba cabizbaja.
- "¿Eh?". El joven la observa.
- "¿Por qué... dejaste de llamarme por mi nombre?". Su mirada, cubierta por su notable quepí, reveló la angustia de la joven. Él calló por un momento.
- "Porque es lo mejor para ambos... compañera".
Su rostro serio lo decía todo, su error transformó sus días con él, y aunque seguían teniendo una relación confiable, Deku simplemente quería que no fuera más allá de algo amical... y de su labor profesional como héroe.
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La Ilusión de su Mundo Heroico
RomanceEn el mundo de los héroes es necesario trabajar en equipo, por eso deben poner su profesionalismo por encima de cualquier presunción. Kemii Utsushimi, egresada de la Escuela Shiketsu, tendrá como compañero a Izuku Midoriya, descubriendo que el jove...