Distintas Caras de la Misma Moneda[Editando]

Gilderoy Lockhart el profesor más estúpido

Al día siguiente, Harry se despertó temprano, como todas las mañanas se levantó de la cama, cogió una toalla y fue directo al baño, luego de darse una merecida ducha, se puso su uniforme de Hufflepuff y por último la túnica, arreglo todas sus cosas para el comienzo de las clases, cuando Harry fue al Gran Comedor se sorprendió al ver que bajo el techo encantado, que aquel día estaba de un triste color gris, las cuatro grandes mesas correspondientes a las cuatro casas estaban repletas de soperas con gachas de avena, fuentes de arenques ahumados, montones de tostadas y platos con huevos y beicon

Harry tomo asiento en la mesa de Hufflepuff, aun lado de Susan Bones, una de sus compañeras de casa, tomo dos tostadas y se sirvió un poco de té, al poco tiempo se les unieron Hannah y Justin y comenzaron una conversación sobre las vacaciones y las tareas que tenían que haber hecho en las vacaciones para entregar este segundo año, sin embargo Harry no estaba prestando atención a lo que decían sus amigos, o no del todo al menos, ya que su mirada se dirigió a la mesa de Slytherin, donde apartada de todos sus compañeros de casa se hallaba una muy deprimida y triste Ginevra Weasley

—El correo llegará en cualquier momento —comentó Justin

Efectivamente, Harry acababa de comenzar a degustar su desayuno cuando un centenar de lechuzas penetraron con gran estrépito en la sala, volando sobre sus cabezas, dando vueltas por la estancia y dejando caer cartas y paquetes sobre la alborotada multitud. Harry observo atentamente como una cosa gris cayó sobre la taza de Ginevra, salpicándolas de leche y plumas

— ¡Errol! —dijo Ginevra, sacando por las patas a la empapada lechuza. Errol se desplomó, sin sentido, sobre la mesa, con las patas hacia arriba y un sobre rojo y mojado en el pico.

» ¡No...! —exclamó la menor de los Weasley

—No te preocupes, aun no está muerto —dijo Draco Malfoy con burla

—No es por eso... — susurro la chica

Ginevra señalaba el sobre rojo. A Harry no le parecía que tuviera nada de particular, pero Hannah y Susan lo miraban como si pudiera estallar en cualquier momento.

— ¿Qué pasa? — le preguntó Harry a Susan

—Le han enviado un howler —dijo Hannah

— ¿Qué es un howler? — volvió a preguntar, pero nadie le respondió, todos estaban atentos a la menor de los Weasley

Ginevra Weasley alargó una mano temblorosa, le quitó a Errol el sobre del pico con mucho cuidado y lo abrió. En la mesa de Slytherin se taparon los oídos. Harry no comprendió por qué lo había hecho hasta una fracción de segundo después. Por un momento, creyó que el sobre había estallado; en el salón se oyó un bramido tan potente que desprendió polvo del techo.

—... ¿COMO ES POSIBLE QUE QUEDARAS EN LA CASA DE ESAS SUCIAS SERPIENTES?, NO SAVES LO DESEPCIONASDOS QUE ESTAMOS DE TI GINEVRA WEASLEY, ¿QUE TAN MAL TE HEMOS CRIADO TU PADRE Y YO PARA QUE QUEDARAS EN ESA CASA?....

Harry se había estado preguntando qué tan malo era para que alguien quedara en Slytherin

—Y QUEDAS COMPLETAMENTE DESHEREDADA DE LA FAMILIA, MAS TE VALE QUE CUANDO EL CURSO TERMINE NO SE TE OCURRA VOLVER A PISAR ESTA CASA, NO QUEREMOS A UNA PESTE COMO TU EN ESTA HUMILDE CASA

Se hizo un silencio en el que resonaban aún las palabras de la carta. El sobre rojo, que había caído al suelo, ardió y se convirtió en cenizas. Ginevra Weasley estaba totalmente anonada. Algunos se rieron y, poco a poco, el habitual alboroto retornó al salón. Ginevra Weasley salió corriendo del Gran Comedor y Harry se sorprendió al ver que ninguno de los Weasley fue tras ella ¿Qué acaso no eran hermanos? ¿Tan malo era quedar seleccionado en Slytherin?