La Sangre De La Realeza

Capítulo 1

"Insidioso"

—No —Respondió el muchacho

Se levantó de la mesa y se fue

Ánima se quedó perpleja en el baile, que se estaba celebrando en su propio reino, un príncipe le había rechazado

No era la primera vez, pero sí la última pues él era su último candidato

Ella estaba en una mesa al fondo del salón apenas iluminado por luces azules. Todas las mesas formaban un circulo dejando en el medio una pista de baile, agarró su vaso y apuró todo el vino que contenía

—No será la última vez —Se dijo en voz alta viendo a las personas bailar en el centro

Las damas llevaban vestidos y los caballeros trajes, todo era perfecto y simple. Demasiado para el gusto de Ánima

Incluso con la luz opaca pudo ver a otros hombres que la habían rechazado bailando con otras
mujeres

«Fáciles». Se dijo, intentando consolarse por el último rechazo

Suspiró, miró el reloj gigante que estaba en la pared de enfrente: Ya podía marcharse, eran las 12 de la noche

Se retiró desde la puerta que estaba detrás de su mesa, en la oscuridad, para que nadie viera la mala suerte que le tocó vivir esa noche

Atravesó la puerta y se encontró con un pequeño pasillo con una escalera que la llevaba a las habitaciones, subió y otros tres hombres, mucho más grandes que ella, con túnicas, las siguieron

Arriba encontró otro pasillo con varias puertas que daban a habitaciones, ella eligió la del
fondo, aunque fuese su propia casa y pudiera irse a su propia habitación no lo hizo porque
debería pasar por todo el gran salón a la vista de todos

Entró en la última puerta y la cerró de golpe

Los tres hombres quedaron ahí, en el pasillo

Ella se derrumbó en la cama y, rápida, se sacó el vestido rojo que llevaba dando un largo suspiro

Lo tiró en el suelo, no quería saber nada de eso

Se levantó por el frío que sintió unos momentos después y se acercó hasta un armario

Lo abrió y se miró a sí misma en un espejo

—¿Cómo ellas pueden conseguir que todos estén a sus pies y yo no? —Se preguntó viéndose en el espejo:

Estaba en ropa interior roja, el mismo color del vestido. Su cabello pelirrojo terminaba un poco más abajo del hombro

Se tocó la cara, pasando sus dedos por algunas pecas que tenía en su cachetes blancos, se vio sus ojos: marrones, marrones con toques naranjas

Rápidamente se llevó las manos al estómago y ahí entendió el porqué
«Yo no soy fina como las demás, no intento demostrar mis huesos». Ella no gozaba una figura espléndida ni era hermosa, pero que más de 10 príncipes le hayan rechazado... Algo hacía mal

Se puso una bata blanca y se fue hasta la ventana, el gran armario ocupaba toda una pared, la ventana estaba del otro lado

Miró abajo, a la luz de la luna vio las personas que pasaban de un lugar a otro, tantas personas que ni siquiera ella podía ver los zapatos de la gente que iban de un lugar a otro

«Ellos sí son mis amigos». Se dijo, apagó las velas y durmió

Al día siguiente todos los del baile se habían ido, Ánima pasó por el salón y las personas que estaban limpiando se inclinaron ante ella al pasar