La Sangre De La Realeza

Capítulo 5

"Espíritu calmante"

Ánima cerró la puerta y se prometió ya no volver a abrirla

Escuchó unos pasos bajar por la escalera donde ella había bajado para entrar al salón cuando despertó, corrió hasta la puerta y salió de la casa

Esos pasos eran de Grek que abrió una puerta de adentro y pasó a través del salón, detrás escuchaba otros pasos

—¿Es adoptada? —Preguntó su novia, la persona que le seguía

—¿De qué hablas? —Dijo Grek con un suspiro

—Ya sabes de quién hablo: tu hermana, ¿Es adoptada? ¡No puede ser de la realeza!

—Es una hija legítima, yo mismo la vi salir de la habitación después de dar a luz —Respondió Grek serio

—¿Y ella se convertirá en la futura reina? Eso me dijo tu papá

—Sí, eso parece —Respondió y abrieron otra puerta, la cerraron y no hubo otro sonido en el salón, nadie más estaba dentro

Ánima no quiso entrar, ya acostumbrada a escuchar eso, caminó entre las casas, ahora sin brumas de por medio, y se quedó enfrente de la casa de Mercy

Desde el frente pudo ver que él estaba agachado, haciendo algo debajo de la mesa

—Buenos días —Saludó Ánima al entrar

—Igualmente —Dijo Mercy cortante

«Parece que alguien no está de humor»

—¿Qué estás guardando?

—No guardo nada, estoy sacando esta caja —Dijo levantando la mano—. ¿Me acompañas a la terraza?

Mercy mostró la caja de cartón que sostenía con una expresión seria, Ánima frunció el ceño

—Claro...

Mercy se levantó y caminó hasta un costado donde abrió una puerta y entró en un pasillo oscuro. Ánima rodeó la mesa y entró con él. Dentro, a un costado, había una escalera que comenzaron a subir hasta que llegaron a una trampilla en el techo, él alzó ambas puertas y salió a la terraza, su casa no era alta, y solo tenía la planta de abajo pero aun así podía verse gran parte de las casas de piedras

Mercy se sentó en el borde, con las piernas en el aire y dejó la caja de cartón a su lado, Ánima se sentó igual que él, del otro lado de la caja y miraron la calle:

Las personas comenzaban a salir de sus casas, abrir sus tiendas, pasear por las calles, otro día normal

Mercy abrió la caja y metió la mano sacando de ella dos botellitas de cerveza, metió de nuevo la mano en la caja y sacó un abridor con el que abrió ambas botellas. Le pasó uno a Ánima y ella frunció el ceño

—¿Bebes? —Preguntó ella

—No mucho, solo en días especiales... Tal vez —Susurró, puso la boca de la botella contra sus labios y comenzó a beber

Ánima se quedó mirando la etiqueta: era circular y verde con una palabra escrita "Wonker", la botella era marrón y pesada, un vidrio muy bien hecho, lo trajo de otro reino

Ánima escuchó un llamado, volteó para ver y era Mercy abriendo otra botella

Su vista volvió a la calle gris y al ver a un niño correr, jugando con otros, sintió la necesidad de decir lo que pasaba dentro de sus pensamientos, todo lo que le atormentaba

—Mercy, no te he contado lo que me pasó estos últimos días pero ya no lo puedo ocultar; no puedo retenerlo, tú siempre fuiste mi método de escape, con quien yo puedo hablar y desahogar todo. Así que te digo lo que me ha estado pasando: hace unas noches he visto a un sujeto matando a una señora, luego los volví a ver al día siguiente, estaba llena de adrenalina y no pude pararlo: me enfrenté a ellos, no sé por qué, pero no me mataron. No había pasado nada hasta que hoy, antes de venir, bajé al sótano de mi casa, un lugar que me prohibieron, y ahora sé por qué, ahí abajo me encontré con un hombre que estaba arrancando las extremidades a un cuerpo, ¡Estaba en una habitación con un cuerpo muerto enfrente suyo y personas vivas, al fondo de la habitación, dentro de jaulas! ¡Vivas, Mercy, vivas! Después vino otro sujeto y dijo que me quería matar —Ánima miró a Mercy y descubrió que este no paraba de mirarle, paró un momento sintiendo que el rubor subía el color de sus mejillas y continuó—, el hombre volvió a su lug...