Capítulo 15

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"Implacable"

Ánima seguía bajando las escaleras, estaba por llegar abajo, pero su brazo no aguantó más y resbaló del escalón, cayendo al piso con un ruido seco, levantando el polvo que había alrededor de ella

Gimió de dolor, su espalda recibió todo el daño. Aún seguía funcionando la pastilla que Mig le dio por lo que el dolor fue disminuyendo enseguida

El antídoto rebotó sobre su pecho pero no se rompió

Respiró con frenesí mientras sentía el frasquito resbalarse hasta caer al lado de su cuello

Se levantó y vio a Ashley mirándola desde el umbral de la puerta sin ninguna expresión en el rostro

—¿Y Mig? —Preguntó indiferente

—Aún sigue arriba —Respondió Ánima, adolorida, intentando levantarse

Caminó hasta Ashley y paró por unos instantes al lado de ella, le había agarrado de la remera

—Espero que esté bien —Advirtió

Ánima miró la pequeña mano de Ashley, estaba temblando, parecía... Tener miedo

—Lo está, solo decidió quedarse un rato más

Ashley pareció dudar unos instantes pero finalmente la soltó. Se apartó de la puerta y dejó que ella entrara

Ánima entró en la habitación y no encontró ningún cadáver, solo la mesa rota, ni siquiera la sangre estaba en el piso o pared

«Ellos dos limpiaron todo esto mientras leía ese diario. ¿Dónde los habrán dejado?». Pensó Ánima yendo a la puerta

Dio un último vistazo a la habitación:

La cama estaba totalmente ordenada, la puerta de vidrio intacta, lo único que no concordaba con toda la habitación era el escritorio partido en la mitad. Tanto orden excepto ese escritorio... Desafiaba el orden de las cosas

Salió de la habitación y desembocó al pasillo

Casi enfrente de ella estaban ellos dos, Torias y Grek, tirados en el suelo

Sus brazos estaban extendidos, parecían querer alcanzar la puerta y entrar, su rostro estaba por el suelo y no era capaz de verlos

Miró el cuerpo de Grek

«Tu futuro nunca sucederá, Grek, las palabras que escribiste... Son palabras vacías»

Pasó su mirada a su papá

«No tuviste que hacerlo. No ahora... ¿En serio me has dejado todo el trabajo a mí, papá?». Algunas lágrimas salieron de sus ojos, pero siguió avanzando

Ambos cadáveres realmente parecían haber sido asesinados ahí mismo y no en la habitación de atrás. Mig se quedó ocupado luego de que Ánima comenzó a leer ese libro

Pasó a través de la puerta y entró al salón de su casa

El camino de sangre seguía ahí

Todas las puertas seguían cerradas, parecía que ninguna fue abierta mientras que Ánima estaba dentro

A pesar de todo aún se sentía sola, ahora más que nunca

Toda su familia había muerto

Estaba herida física y mentalmente

Dudó en seguir avanzando, pues su mente no se dejaba de contradecir

Nunca tuvo que haber matado, ni mucho menos dejar que su papá muera

La Sangre De La Realeza Donde viven las historias. Descúbrelo ahora