Capítulo extra

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Manglina suspiró

Algo estaba pasando y ella no se enteró de nada. Sabía que ya era muy tarde para que ella logre hacer algo, las sacudidas que sintió antes fueron causadas por explosiones que estallaron en el salón de bailes

Tantos años había cumplido su deber, y mucho más, para proteger el reino.  Ahora que había de nuevo una amenaza no fue capaz de enterarse y eso condenó a todos

Salió al salón de su casa y las luces de las velas iluminaron su cabello rojo y su rostro pálido. Entró en el comedor, donde una larga mesa la recibió. Tenía que pensar en lo que debería de hacer

En algún lugar, algún sitio, estaría aquella amenaza que ella debía volver a neutralizar, solo debía encontrarlo. Esas explosiones que sintió eran de Elisa, lo sabía bien. Ella tenía el poder de explotar globos como bombas. Seguramente estaría combatiendo con algún enemigo

Quedó en el umbral de la puerta, pensando en ir o no. Sus dudas aumentaron al ver que Torias no estaba en ningún sitio en los que había ido

Torias era fuerte, Manglina lo sabía muy bien, pero no era capaz de frenar el avance de las amenazas. Siempre acudía a ella para que las frenara...

Manglina no amó ni una vez a Torias

Ella solo había sentido pena por él y por eso lo ayudó. Lo ayudó tanto que él mismo la eligió como su esposa porque, seguramente, en algún momento Torias supuso que ella la quería. Qué equivocado estaba

Manglina tenía pesadillas, alucinaciones, miedos y pesares por todo lo que hizo por Torias. ¿Cuántas veces tuvo que matar para salvarle la vida? ¿Cuántas veces tuvo que engañar para conseguir algo? ¿Cuántas veces intentó ver a Torias sin la pena que sentía por la muerte de su hermano mayor, su único amigo?

Manglina sacrificó toda su vida por una ciega ilusión que tenía por Torias, la ilusión de que: "algún día Joseph volvería"

Nadie regresa. Eso aprendió por los más de veinte años que tuvo que pasar junto al hombre que no amaba, pues ella abandonó a su familia poco tiempo después de la muerte de Joseph y se quedó junto a Torias

Quizás se quedó con él solo para ver qué tan lejos podía llegar, para ver qué tan fuerte era. Aún no conocía sus límites después de tanto tiempo, porque nunca falló ni una vez en proteger y cuidar lo que amaba

Sus pensamientos estaban entrecruzados y no la dejaba pensar bien. Olvidándose de Elisa y lo que estaba haciendo, sus ojos observaron
minuciosamente el comedor

Vio algo que atrajo su atención. Encima de la mesa había algo que no concordaba con todo, no le gustaba lo que veía ahí, dejó sus pensamientos de lado y activó su poder

Era un simple vaso con agua lo que estaba encima de la mesa

Pero ella sabía que algo extraño había en ese vaso

Ese era su poder: saber de lo que está hecho cada objeto

Las partículas de cada cosa le saltaba a la vista cuando su poder era activado. Sin embargo solo ella decidía qué objeto era el que resaltaba sus partículas. Casi siempre las utilizaba al entrar en una habitación, para no ser presa de una trampa

Sus ojos se posaron sobre el vaso y las palabras saltaron a la vista

Frunció el ceño al ver palabras que jamás había visto ni escuchado. Pero sabía que era algo malo, su instinto lo decía

Más allá, en el extremo de la mesa, había otro vaso. Utilizó sus poderes nuevamente, mientras se iba acercando, y notó que ese vaso contenía las partículas normales del agua

La Sangre De La Realeza Donde viven las historias. Descúbrelo ahora