La Sangre De La Realeza

Capítulo 12

"Ruina"

Ánima no sabía luchar, tampoco estaba en forma

Sabía que Elisa no estaba ahí por mera casualidad, era imposible

Ambas se miraron a los ojos

—¿Qué pasó con tu ropa? ¿O es así el diseño, proletaria? —Dijo Elisa, riendo levemente

Ánima se miró la ropa y lo entendió

Todo estaba manchado con su sangre

Alzó la mirada, de nuevo hasta ella, dio un paso y Elisa se paró de su asiento, poniendo ambos brazos encima de la mesa

—Hasta ahora no creo que seas una princesa

Ánima ya estaba irritada de tantas veces escucharlo, quería irse hasta ella y romperle el cuello, pero se resistió a sus deseos porque sabía que había un truco oculto

—Solo quiero sacar algo —Dijo Ánima, sonriendo

—¿Ese arco y flecha? Ya los rompí, lo siento —Respondió Elisa, indiferente

Ánima sintió que su corazón latía más rápido

Tenía que usar la lógica de su lado, ella no sabía nada de lucha, si Elisa no la dejaba pasar tenía que usar las palabras para convencerla, y si con eso no solucionaba nada ya tenía que sucumbir a su última opción

—Solo quiero verlo, mi papá me los...

—¿Torias? ¿El que está moribundo, al cuidado de Grek? —Dijo Elisa con una sonrisa maliciosa

—¿Qué han hecho? —Preguntó Ánima con severidad

—Ven para descubrirlo

Elisa bajó sus brazos y sacó de abajo de la mesa un pequeño globo rojo

Ánima vio a ese globo como una amenaza, Elisa era alguien completamente desconocida para ella, por lo que sus poderes también le eran desconocidos. Esos inocentes globos no le daban confianza

Utilizó sus poderes y sintió que la sangre iba viniendo hacía ella, no sabía de dónde pero eso no le importaba. Sintió algo dentro suyo, algo que ya le quedaba poco e iba agotándose cada vez más

Sin tener tiempo en parar a pensar en lo que estaba acabando dentro suyo, creó un cuchillo y utilizó su última jugada con la que tal vez pueda convencerla

—Si te apartas no te haré daño

Elisa miró su pequeño globo y se encogió de hombros

—Yo te lo haré si no te acercas

Ánima sintió la tensión del momento

Pequeñas gotas de sudor bajaban por su sien

Un pequeño temblor inundó su cuerpo

Estaba apunto de pelear a muerte

«Un error te costará la vida, Ánima». Pensó, apretando aun más fuerte su cuchillo, mientras le temblaba la mano

Elisa rodó los ojos y lanzó su globo hasta la mesa que separaba a ella de Ánima

El globo cayó suavemente, giró un poco y quedó quieto

Ánima frunció el ceño y se acercó unos pasos

—¡Deja de bromear conmigo! —Dijo y una explosión surgió de aquella mesa

La onda expansiva tiró a Ánima hasta la puerta y la hizo chocar contra esta

Su espalda recibió todo el golpe y cayó al suelo, con su espalda contra la pared, gimió de dolor mientras veía el humo disiparse enfrente suyo