Hoy no engaño a nadie. He bebido demasiado, así que si digo tonterías es por el ron barato, échale a el la culpa. Te quiero. No lo diría sereno, pero es la verdad. Llevo demasiadas borracheras en tu nombre. ¿Dónde estás? No te veo, joder. ¿Eres consciente de los besos que he dado pensando en ti?
Todos los tercios que bebo me saben a ti. Cada puta esquina que cruzó espero encontrarme contigo. Me conozco y, pese a que se que te hablaría lo justo y menos, orgullo por bandera, serias la revolución del conjunto de heridas que tengo por vida.
Hoy no quiero indirectas. Hoy quiero verte. Quiero besarte. Quiero decirte a la cara que pintaste la raya tan alta que creo que no voy a volver a conocer el amor.
No se ni que quiero decirte, te he escrito tanto... Y lo sabes. Estoy harta de pensarte. Sólo quiero que sepas, que si tu me pides algo, le declaró la guerra a todo aquel que me impida conseguirlo. Si te hacen daño, si necesitas un abrazo, si te sientes sola, llámame.
Para ti voy a estar siempre.