Vengo a hablar de corazones rotos, de habitaciones con complejos de cueva, de noches que se convirtieron en océano, y de tormentas que terminaron partiendo en dos a más de un corazón.
Vengo a hablar de ti y de mi, de lo que fue un nosotros, del principio más bonito de los principios, de la manzana mordida de Eva y de esa cajita de Pandora.
Vengo a hablar de finales, finales que nunca terminan porque acaban siendo principios, una y otra vez.
Finales sin un "Vivieron felices y comieron perdices", no, un "The end" de esos que se te clavan y sólo el tiempo consigue sacarlo.
Pero un día de verano terminó, siendo el final más triste de los finales.Llevo casi dos años escribiendo por amor y por dolor, y aqui he dejado todas mis cicatrices.
No llores mucho, no era mi intención.