Te convertiste en la más bella de las autodestrucciones que nadie a imaginado nunca.
El caballo de troya tenía tus ojos, y aún sabiéndolo te dejé pasar.Date cuenta que aunque lo niegue: Adoro cuando desarmas mi ejército, y haces temblar mi imperio. Cuando mis convicciones y mi suelo se tambalean.
Ahora se que no hay peor guerra que la que lleva tu nombre.