Tengo miles de palabras en la punta de la lengua, palabras que me toca tragarme porque estoy más que segura de que jamás podrás oírme, perdí mi tiempo deambulando en una laguna de pensamientos la mayoría de mi vida, pasé noches en vela construyendo frases que sonaran lo suficientemente sinceras o que transmitieran un poco mi dolor, en varias ocasiones me he ahogado con esas palabras y he llorado mares porque aún no encuentro la forma de que hacerte saber lo que mi boca muere por decirte, la vida te abandonó y yo no logre decirte absolutamente nada, no sabes cuánto me pesa.
Siento que la vida se me hizo pedazos después de tu partida, la mayoría de cosas perdió sentido, nuestros lugares favoritos han sido testigos de mis crisis y derrumbes sentimentales que atraviesan por mi vida constantemente, mis lágrimas han borrado los pocos besos que diste en mis mejillas, mis ojos han perdido el brillo que obtenían cada vez que te posabas delante de mí o cuando pasaba horas escuchándote hablar sobre tu vida, eras mi hogar, y te fuiste cuando prometiste no hacerlo, arrebataron tu vida y mi alma se fue junto contigo, dueles tanto, pero no puedo hacer nada más que lamentarme.
No consigo dormir y no es por insomnio, es por el ruido que hacen en mi mente todas esas palabras que no me atreví a decir, hasta la próxima vida, bonita.
