Me aferre a ti tantas veces, aún cuando la vida me decía una y otra vez que era tiempo de dejarte ir. Me aferre a ti por temor a perder los momentos que habíamos pasado. Porque sentía que superarte era olvidarte, y que olvidarte iba a significar deshacerme de todo lo que significabas tú, y tú en aquel tiempo formabas gran parte de mi, así que olvidarme de ti iba a suponer olvidarme de mi. Me aferre a ti porque fuiste mi salvación en los momentos donde más lo necesite. Pero cuando te perdí, no hubo soporte que me hiciera quedarme quieta por mi cuenta. Porque te necesitaba ahí, porque tu eras quien me salvaba. Pero entonces llegó el día en que tuve que enfrentarme a la vida y a tu recuerdo sola. Y nada había sido tan difícil antes. No fue fácil, salir por mi cuenta mientras veía como continuabas con tu vida. Y fue más doloroso aún cuando supe que durante un tiempo tu también me habías extrañado tanto como yo a ti. Me aferre a ti aún cuando no me dabas motivos para hacerlo, me aferre a todo lo bueno que me hacías sentir, a esa sensación de que por primera vez en la vida todo marchaba bien. No sabría explicartelo ahora, porque ya no lo e sentido desde que tu no estás, pero lo que me hacías sentir, era de otra maldita galaxia. Aun asi despues de perderte me encontré a mi, después de muchos meses y entre tanto caos logre verme, hecha un ovillo y hecha un caos, pero ahí estaba, de todos modos. Después de tanta niebla, dolor y desesperación logre verme una vez más. Si tuviera que explicarlo no podría, porque nunca nadie me había marcado tanto como tú, porque me hiciste sentir por primera vez amada. Porque tu mirada era lo único que deseaba ver por el resto de mis días. Me aferre a ti aún después de ver como volviste a ser feliz. Y no, no lo sabes, porque jamás volví a buscarte, ni tu a mi, pero al fin y al cabo, lo hice. Me aferre a un amor que había quedado en el pasado, y a una persona que ya había logrado superarme. No fue bueno, aferrarse nunca lo es y menos aferrarse a una herida que no había dejado de sangrar. Yo jamás te lo dije, y probablemente jamás te lo diré, pero aún en estos tiempos donde ya no espero nada de ti, aún cuando ahora e resurgido de entre las sombras, aún, en ocasiones cariño, he seguido aferrandome al amor por ti que jamás pudo morir y que probablemente no morirá.