Too Late [EunHae]

Talk

No lo soporto.

No, no soporto sus estupidas risas, ni su constante "li ibiili dici qii istis dilgidi, ti triji lo cini"

No, no y no.

Lo quiero lejos de Hae. De MI HAE. ¡Es que no lo entiende!

—Hyuk.

No, es que ese tío está empecinado en tocarle el cabello. ¡No Hae, no lo dejes!

—Hyuk.

Si la mirada matara, ese tipo estaría tres mil metros bajo tierra.

—Hyukjae.

Debo planear algo para deshacerme del chino, tiene la nariz rara. Los ojos saltones, no, a Hae no le gusta.

—¡Lee Hyukjae!

—¿¡Que!? ¿¡Que carajos, que!?

—Se te está cayendo el agua en los pantalones.

Que bien, ahora estoy haciendo el ridículo. Y es que apreté tan fuerte la botella de agua que no me di cuenta que está se estaba desbordando.

—Oh gracias.

—¿Estás celoso no es así?

—¿Quien? ¿Yo? No, no. Para nada.

No, cómo podría estar celoso de esa torre humana. No es como que quisiera estarle tocando el cabello a cada rato, ni abrazarlo como lo está haciendo ahora. Ni ser yo el que va a quedar con él está noche...

¿¡Espera, que!?

—Pasaré a recogerte entonces. ¿A las ocho está bien?

—Si, a esa hora termino. Dile a la abuela que estoy comiendo bien, ¿Vale?

¿Esos dos van a salir? ¿A dónde? No, no, no. No. Hyukjae, debemos planear algo rápido, antes de que ese tarado se le ocurra regresar.

—Hae, tenemos reunión para ver lo de la sub unidad...

—Oh cierto... ¿No podemos aplazarlo?

—No.

Respondo tajante, conciso, que vea que no pienso aplazar la cita solo por qué va a quedar con ese tarado.

—Pues bien, entonces le diré a Tao que me espere.

Que bien, ahora va de tras de el, no, no, debo actuar rápido.

—¡Hae! ¡Espera!

—¡Ya regreso!

Que bien Hyukjae, ahora lo mandaste directo a el. Estarán hasta más tarde juntos. ¡Bien hecho!

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—Hyukkie... ¿Estaremos juntos por siempre ¿No? ¿Aún cuando Super Junior desaparezca?

—Aún. Eres lo más bonito que me ha pasado.

Una amplia sonrisa se hizo presente en el rostro del castaño.

—¿Crees en el destino? Yo sí. Creo que estábamos destinados a encontrarnos y amarnos...

El pelinegro lo miro con la expresión taciturna, le contempló algunos segundos y luego le dedicó una sonrisa, de esas que le movian el suelo a Donghae. Le acarició con delicadeza la mejilla, hasta tenerla por completo acunada en su mano. El menor de ambos solo se dejó hacer, cerró los ojos y cual gato se restregó en la mano del contrario. No hacían falta palabras, ese momento solo era de ambos, lleno de amor, de tranquilidad. Las pupilas de Hyuk se dilataron, rozó su nariz con la de Hae y soltó al fin lo que pensaba.