Despertar

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Donghae despertó.

Lo hizo.

Y yo no sabía si sentirme bien, mal o confundido.

Tuve que salir de la habitación porque las arcadas llegaron a mi. Donghae, mi Hae despertó.

Anduve por todo el hospital, girando y dando vueltas sobre mi propio eje porque no podía creerlo, sentía que estaba en un sueño del que pronto despertaría y me encontraría de nuevo con su cuerpo inmóvil frente a mi.

Salí del hospital y me vi caminando lejos. Lejos del hospital, mareado, la primera arcadas salió de mi en forma de bilis. Me senté en unas escaleras que no supe si eran de una casa o no. Miré al cielo y tuve ganas de gritar, de llorar, de incluso golpearme para despertar de este sueño.

Pero no pasó. Miré entonces a Siwon frente a mi, que me extendía un pañuelo y entonces me percaté que ya las lágrimas estaban saliendo de mis ojos a borbotones.

—Hae... Hae despertó...

—Lo hizo Hyukjae. Lo hizo.

—Mi Hae... Él... Mi amor...

Una pequeña risa histérica salió de mi garganta, se convirtió en una carcajada que me levantó de donde estaba y me hizo abrazar con fuerza a mi compañero de grupo.

—¡Hae despertó!

Ya nada me impidió gritarlo, ni siquiera la mirada de preocupación de Heechul, quien había tardado lo que yo en darme cuenta de lo que estaba pasando en llegar.

—Hay un problema Hyuk...

—¿Problema? ¿Le pasó algo a Hae?

No lo dejé explicarme. Corrí, corrí de vuelta al hospital tan rápido como mis piernas y mi adrenalina lograron. Cuando entré a la habitación un médico le estaba revisando y le hizo un par de preguntas. Cuando no respondió me acerqué y le toqué el rostro, me siguió con la mirada, su mejilla se acunó en mi mano como cuando un gato busca cariño, más no pronunció palabra.

—Parece que el área del habla quedó dañada, le haremos estudios para saber si es algo temporal o seguirá así.

—¿No puede hablar?... Eso quiere decir que tampoco...

—No puede cantar. No lo hará hasta que sepamos si es temporal o es... Irreversible.

Los ojos de Hae brillaron, porque pronto pondría a llorar. No podía permitir que lo hiciera. Después de todo, estaba despierto, lo demás, lo demás era una cosa sin importancia para mi. Mientras lo tuviera vivo frente a mí y sonriendo.

—Pues entonces yo cantaré por el. Será divertido imitarte.

Me miró con horror, pero una sonrisa pequeña y diminuta se instaló en su rostro. Eso era suficiente para mí.

—Que bien, no tendré que soportar sus interminaaaables charlas sobre Mopko y el bruto ese del árbol andante.

Los demás chicos hecharle a reír, pero el, me miró con los ojos entrecerrados y me dejó un pequeño golpe sin fuerza en la barriga. Reí. Reí hasta que sentí su mano, su índice luchando por escribir algo en la palma de mi mano. Un secreto entre él y yo que habíamos desarrollado cuando éramos más que amigos y queríamos vernos a escondidas en los cuartos de servicios.

"Solos."

Fue lo que escribió, tan disimuladamente que lo entendí, quería que los corriera para que nos quedaríamos solos el y yo. Qué nervios, hacia tanto que no lo estábamos, un año desde su accidente, año y medio desde que se fue de casa. Suspiré y carraspé, llamando la atención de todos.

Too Late [EunHae]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora