ʟᴇᴀʀɴɪɴɢ ᴛᴏ ʟᴏᴠᴇ; [ᵈʳᵃʳʳʸ/ʰᵃʳᶜᵒ]

Capítulo 16.

"Ahora no puedo cantar una canción de amor, de la forma en la que deberia ser, supongo que ya no soy tan bueno, pero nena, yo soy así, y te amaré cariño, por siempre"

Always -BON JOVI.

El plan no parecia poder terminar de ser decifrado, parecia ser imposible la manera para que Draco Malfoy y Harry se queden en un lugar sin hacer diez mil cosas para intentar salir de lo notablemente incomoda que se ponía la situación.

Harry estaba un poco más estresado de lo normal, extrañana jugar con Ethan, extrañaba darle besos a Draco como en su cita, extrañaba muchas cosas pero no podía hacer nada, parecía núnca poder hacer algo.

Agarrando un libro para distraerse al menos unos minutos, era muy constantes con sus libro, si hay algo que le encantaba pero jamás admitiría es el amor a los libros romanticos, no quería llamarse cursi o cliché, pero si lo era, le encantaban y más cuando el libro describía un beso, Harry siempre se preguntó si en realidad los besos eran realmente lo que describía el libro, este siempre los describía como algo maravilloso, con el tema de las mariposas revoloteando por su estómago y demás.

Al dia siguiente de la dolorosa despedida de su primo, Harry intentaba volver a la rutina, cosa que se le hacía demasiado difícil, se había acostumbrado la compañía de Ethan y se le hacia hasta raro, Hermione habia intentando convencer a Harry de asistir al dichoso baile de fin de año, pero al moreno parecia no importarle demasiado, además no tenía con ir, prefiria ver una película con Sirius y Remus.

Los ultimos nombrados se encontraban siguiendo la reseta de un delicioso pastel, Harry ayudando con la decoración, lo hacían por simple hobby, se río más de una vez de los miles de intentos de no quemar el pastel de Remus, tal vez la cocina no era su fuerte pero Sirius le habia enseñado pacientemente a su esposo, la escena era hermosa, Harry miraba atentamente como su padrino guiaba a Remus para decorar el pastel, dejando unos lindos dibujos de distintos tipos de lunas.

Su padrino le explicaba con todo el amor del mundo, amaba a Remus, era el amor de su vida y lo sabi desde que eran unos adolescentes descontrolados, Remus habia trepado millones de veces para llegar a la ventana de Sirius y pasar la noche juntos, hablando de los estudios, de su futuro casamiento, sin embargo, Harry se dió cuenta desde el primer día del collar que estos dos portaban, el de sirius tenía la forma de un perro gigante parecido a un lobo, y Remus tenia uno parecido pero este era más similar al de un perro, ambos collares bañados en plata que resaltaban en sus pieles, y aunque Harry no sabia que significaba, por que presentía que algo había detrás de eso, pero el amor de ambos adultos estaba más que claro y parecía que seria así por siempre, no eran ese tipo de pareja que era monotoma, que estaban por simple costumbre, se amaban, veian películas juntos, se dormían en los brazos del otro.

Remus temía perder a Sirius, cuando este enfermó de cáncer, pasaba noches llorando por él, no quería que lo dejara solo en ese mundo, y aunque en ese tiempo tenian nada más que veinte años, cuando los doctores se acercaron a Remus, este esperaba lo peor, al final era cáncer, siempre traía problemas y más problemas, pero cuando le dijo prácticamente que ya habian removido el tumor, y que Sirius se habia curado del cáncer definitivamente, Remus no sabia que hacer, estaba por gritar con toda sus fuerzas de alegría, abrazó fuertemente al doctor, para salir corriendo a la sala de Sirius, y cuando lo encontró lo beso efusivamente, y este, medio dormido y sin reaccionar le preguntaba con casada, y en ese momento Remus se agachó y le pidió que se case con él, Sirius le dijo que estaba loco, que tenia una enfermedad y empeoraría, Remus le contó lo que le informó el doctor.

Sirius habia quedado atónito pensando que era una broma pero al ver un asentimiento del doctor, gritó que si, que se queria casar toda su vida con Remus, y estos se abrazaron y besaron, tiempo después se casaron, y ni hablar de como la pasaron en la luna de miel.

Era la historia de amor más bonita que Harry habia conocido, y la confirmaba cada vez que Sirius le sonreia a Remus y este a él, eran dos piezas de un rompecabezas y cuando se unían era una explosión de sentimientos de haber encontrado al verdadero amor de toda tu vida.

Harry queria eso, queria el amor para toda la vida, alguien con quien compartir las noches, no hacia falta que haya tacto sexual, solo sintiendo una boca en su oreja que le diga lo hermoso que estaba ese día o lo mucho que le quería, pero el moreno sabia que tenia que esperar hasta que esa persona aparezca, por que aún no apareció, ¿O si?

Él no era estúpido, sabia que estaba enamorado de Draco, pero ya no sabia que hacer al respecto, estaba demasiado avergonzado, el rubio pensaría que es algo como un juguete para él, ya que le pidió que se aleje, y que derrepente un día Harry le hable no es lo más "normal".

Pansy ya tenía el plan listo, solo faltaba la buena ocasión para llevarlo a cabo, eran un plan no tan difícil, solo cuestión de manejar algunas cosas y tratar de que el personal de la escuela no de entere.

Por otro lado, Ron y Hermione estaban igual, habian empezado a sospechar de que Harry sentía algo más que atractivo físico por el rubio, cuando les contó de la dicha cita, Harry sonreía como estúpido explicando todos y cada unos de sus sentimientos por el rubio.

Por otro lado, cuando la campanada del fin de clases terminó los alumnos fueron directo a sus casilleros para guardar sus libros y así poder dirigirse al campus, muy pocos se iban por el hecho de que no les interesaba el partido o el fútbol en si, Harry hubiera sido uno de esos si no fuera por que Ron le habia insistido de que seria divertido y que no tenia por que perdérselo.

Al pasar de las anteriores semanas, Ron y Chris habian hecho que Harry se interesara en el dichoso deporte, hasta le habian explicado de que consistía y sus numerosas reglas, y que el moreno en otras circunstancias le importaría una mierda, se interesó y terminó interesado en el partido.

Slytherin y Hufflepuff se encontraban calentando por el campus, las gradas estaban casi llenas, las nubes tapaban al sol, hacia un poco de frío, pero el campus estaba perfecto para jugar, Harry habia casi obligado a sus amigos a que se pongan algo abrigado para salir a ver el partido, con bufidos, rodaron los ojos e hicieron caso al pelinegro y agradecían, ya que si hacia frío, pero estaban calentitos.

Un chico de Hufflepuff que vendía café caliente pasaba por todo el campus, muchos le estaban comprando, era claro que para el frío no venía nada mal, sus amigos compraron y él se concluyo.

Pasaron varios chicos vendiendo varios banderines para apoyar a ambos equipos, divididos en Hufflepuff y Slytherin, Ron compró uno Hufflepuff prometiendole a Chris que cuando este jugara compraría de Ravenclaw, a lo que el chico río, su pelirrojo novio hacia hasta las tonteces más grandes para sacarle una sonrisa.

Hermione era un caso diferente, estaba más que emocionada, compró al menos 5 banderines de Slytherin, y algunos murmullos de los Hufflepuff's , se escucharon bufidos, puesto que era obvio que la castaña iba a apoyar a Slytherin, su sexy y caliente novia jugaba para ese equipo, y unos estúpidos orgullosos de Gryffindor no pararían su amor por ella.

Harry sonrió, el ambiente era alentador, alumnos comprando banderines y cafés para el frío, se sentía agradable y acogedor.

El partido empezaría en cualquier momento.