Capítulo 13

1.7K 98 1
                                    

JEREMY

Caía la tarde.

Con Peter, estábamos sentados en unos bancos, afuera de su negocio, mirando como de a poco la gente cerraba sus puestos y se iba a casa.

-–...Y todo esto fue construido por mi abuelo-– dice Peter señalandome con la amplitud de su brazo, todo el pueblo-–. Es por eso que mi padre, es un hombre muy respetado en este lugar.

Sonríe con orgullo.

-–Nunca había oído hablar de este lugar...-–digo extrañado.

Claramente, por mi trabajo, siempre estuve viajando de un lado para otro, por lo que conozco bastante todo el territorio.

Pero... ¿Este pueblo? ¡Nunca había si quiera escuchado su nombre!

Él asiente comprendiendo-–Si, es muy común que nadie lo conozca. No tiene mucha publicidad y además está demasiado alejado de la gran ciudad. No hay muchos micros que vengan hasta aquí, por lo general viene uno cada semana... Es por eso, que nuestro pueblo no está en el mejor de los momentos.

Asiento entendiendo la difícil situación.

-–¡Bien!-– dice al mismo tiempo que se levanta-–. Voy adentro a traer más cervezas, tu ¡Quédate aquí!-–me amenaza.

-–¿¡A dónde quieres que vaya!? ¡Me esposaste la muñeca a la silla!-–le reclamo mostrándosela. 

Si, estoy esposado a la silla.

¡Y yo que pensé que Peter no era igual que la loca de su hermana!

Él ríe, al mismo tiempo que entra, dejándome sólo. Doy un gran suspiro y levanto la cabeza hacia el cielo.

¿Cuánto tiempo tendré que estar aquí? 

No me refiero aqui, exactamente aquí, con Peter. Es mas, Peter... hasta me agrada.

Me refiero a este pueblo.

-–Por favor papá...-–digo al mismo tiempo que cierro los ojos con fuerza.

¿Qué estoy diciendo? ¡Mi padre de seguro, ni siquiera notó que desapareci! Y si lo noto, sólo pudo haber sido por la influencia del dinero.

No tengo la menor duda que es así.

-–¡Volví! -–dice Peter y yo doy un respingo, por lo que él ríe.

-–Eres un imbécil...-–contesto entre risas.

-–¡No insultes al hermano de la sheriff Staton! ¿Acaso quieres que ella te mate? -–bromea, también entre risas.

Él abre una cerveza y me la alcanza. Yo la tomo con una de mis manos y miro a mi alrededor.

La noche ya casi estaba sobre nosotros. Los puestos ya estaban cerrados, y quedaba muy poca gente en las calles.

-–¿Tú porque no cierras?-–le pregunto con curiosidad.

-–Estoy esperando a alguien... tu entiendes-–comenta y luego me guiña el ojo. Yo asiento entendiendo.

-–Si estás esperando a ese tipo de visita, creo que yo me tendría que ir yendo ¿No crees?-–le pregunto al mismo tiempo que me levanto.

Sin embargo, al levantarme, mi mano me recuerda que no puedo ir a ningún lugar hasta que no me saque las esposas.

-–Puedes quedarte... Enserio. Ademas tambien vendran algunos amigos-–me dice y luego toma un sorbo largo de su cerveza-–. ¡Justo! Ahí vienen.

Giro mi cabeza en la dirección que me señaló y me encuentro con un grupo de seis personas: cuatro chicas (Demasiado calientes, por cierto) y dos chicos.

Él se levanta y saluda a cada uno. Yo, por mi parte, me quedo sentado en el lugar sin poder moverme.

-–¿Quién es él?-–pregunta una de ellas.

-–¡Ah! Él es Jeremy, un amigo-–me presenta Peter.

La chicas me saludan de forma coqueta y luego se sientan. Los chicos, por su parte, lo hacen con un asentimiento de cabeza.

Mientras tanto, Peter se deshace de las esposas, no sin antes, advertirme-– De esto, ¡Nada a Venice!-– y yo asiento sin dudar ni un segundo.

Luego de eso, estuvimos toda la noche bebiendo y conversando.

Yo, por mi parte, me hice muy "amigo" de una de las chicas...

Y esta demás decir, que fue lo que pasó.

En realidad, y pensandolo bien, no me convendría decir lo que pasó.

Si Clay me hubiera visto, se reiria. 

(...)

-–Yo no soy marinero....-–grito al entrar al albergue.

Si, estoy un poco ebrio.

Sólo un poco.

-–¡Shh! -–me chita Peter.

-–Soy capitán, soy capitán...-–sigo cantando pero en voz baja.

-–¡Bueno! Creo que aquí nos separamos...-– dice Peter dándome un abrazo.

Yo se lo devuelvo y nos separamos.

-–¿Dónde es que estaba mi habitación?-– me pregunto a mi mismo.

Me encogo de hombros y comienzo a subir la primera escalera que veo.

-–Soy capitán, soy capitán...-–tarareo la canción mientras subo y llego al primer piso.

-–¿Quién anda ahí?-–escucho como alguien grita a mis espaldas.

Por el susto, me trastabillo con mis propios pies y caigo de boca al suelo.

-–¡Te tengo!-–escucho y luego siento como me tuerce la mano.

-–¡Auch! ¿Quien carajos te crees que eres? -–le recrimino molesto.

-–¿Jeremy?-–pregunta esa voz, con sorpresa.

-–No, Mickey Mouse-– le digo en tono sarcástico.

Ríe y me levanta del suelo con una rapidez y fuerza increíble.

Al verle el rostro, debí imaginarlo.

Venice Staton.

La única mujer en la Tierra, que me trae loco.

-–¿Qué rayos haces aquí a esta hora y... ebrio?-–pregunta con su clásico fastidio.

-–Lo mismo... ¡Hip! Me pregunto yo...-–digo cruzandome de brazos.

-–Escuche unos ruidos y... ¡Espera! ¿Por que tengo que aclararte esto a ti?

-–Si, ¡Hip! Lo mismo... digo yo ¡Hip! ¿Por que... debo darte explicacione¡Hip!? -–digo en un intento de respuesta.

Ella me escanea por unos segundos-–¡Tienes razón! No debes darme ninguna explicación. ¡Buenas Noches!-–dice y se retira.

Sin embargo, yo la cogo del brazo y la devuelvo hacia mi.

-–¿Puedo dormir contigo?-–le pregunto y no se como es que mi voz sale tan seria.

Ella alza una ceja-– Ni en tus sueños, Suns...-–dice y se deshace de mi agarre.

-–¿Acaso quieres... que grite? ¡Hip!-–la amenazo.

-–¿Acaso quieres otra patada en las bolas?-–me dice con cansancio.

-–Bueno, si no quieres dormir conmigo, lo entiendo. Pero por favor, acompañame... -–le suplico-–. ¡Hip!

Ella parece dudarlo y yo me pongo de rodillas.

-–Por favor...

-------------------------------------------–




















Mi Mejor Partido Donde viven las historias. Descúbrelo ahora