Capítulo 16

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VENICE

El pueblo estaba alborotado por la gran fiesta del viernes. Todas las personas corrían de aquí para allá, desesperadas.

-–¡Qué lindo se ve el pueblo en vísperas del gran John Wesley!-–dice Thomas observando las luces rojas y azules que habían puesto a lo largo de la calle principal.

-–Si, hermoso-–digo observando como una pareja colocaba una guirnalda en la fachada de su tienda.

-–¿Quieres tomar algo?-–me pregunta señalando el bar al que solemos concurrir con Ryan.

-–Si, yo invito ¿Quieres?-–le respondo con sarcasmo.

-–¿En serio?-–pregunta él sin poder creerlo-–. ¡Qué bueno! Porque sabes, yo estoy sin-–lo interrumpo.

-–Era sarcasmo idiota. Tenemos mucho trabajo que hacer-–le digo y le propino un golpe en la cabeza haciendo que se le caiga el sombrero.

Él me fulmina con la mirada y luego lo levanta-–¿Cuándo será el día que me trate bien? -–murmura para que yo no oiga, sin embargo logre escucharlo.

Ruedo los ojos y me adelanto-– el día que dejes de ser tan idiota... ¡Vamos! Andando-–lo regaño.

La tarde estaba cayendo, dando lugar a la fresca noche.

Era martes y faltaban tres días para el evento. Todos en el pueblo estaban bastante alterados.

Ni que hablar de Peter, mi hermano. Él era uno de los más atareados en estos días. Su tienda de ropa, estaba repleta de gente que venía por algo "nuevo" para estrenar en la gran fiesta.

Mi padre, otro estresado. Él, al ser dueño del albergue, era el organizador por lo que se podría decir que era el más alterado.

¡Y gracias a Díos lo tengo a Ryan!

Sin él, tendría que pedir unos días en el trabajo y ayudar a mi padre. Por suerte, él se ofreció a colaborar. 

-–¿Qué haremos el viernes?-–pregunta Thomas de repente-–. ¡Me imagino que tu idea de atrapar a esos mafiosos ese día, haya desaparecido de tu cabeza!

Yo lo miro y niego con una sonrisa-–¡Qué poco me conoces!-–digo mientras entramos a la comisaría-–. Para tu mala suerte, el plan sigue en marcha.

-–¡Pero es la fiesta de John Wesley!-–me reclama él como si fuese un niño.

Ruedo los ojos-–No te la perderas, niñita-–lo regaño molesta-–. En esa fiesta se juntara todo el pueblo y... ¿Tú crees que esos mafiosos no van a estar allí?

-–¡Sabía! ¡Lo sabía!-–dice la voz de William detrás de nosotros.

Mierda.

-–¿Qué escuchaste idiota?-–pregunto dandome vuelta, al mismo tiempo que le doy una señal a Thomas para que se retire.

-–Sabia que algo estabas tramando... Quiero entrar en este caso-–dice William ignorando mi pregunta.

-–Olvidalo-–le digo determinante.

-–¿Acaso quieres otra suspensión?-–me amenaza él.

Yo lo cogo de la camisa-– ¡Cuidado con como me hablas! Soy la oficial Staton y por lo tanto tu superior, así que no vuelvas a amenazarme, si no quieres que te haga pasar la noche en una de las celdas asquerosas que tenemos aqui-–le advierto y lo suelto de forma brusca.

-–Lo siento Oficial...-–dice a regañadientes y yo reprimo una risa-–. Sólo que me parece una estupidez, no contar con uno de sus mejores policías.

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