Oɴᴇ Sʜᴏᴛs Sʜᴇɪᴛʜ [ᵉⁿ ᵉᵈⁱᶜⁱᵒ́ⁿ]

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Se tocaran temas fuertes, se requiere mucha discreción.

Takashi Shirogane el mejor investigador de todo Estados Unidos, su prioridad siempre ha sido la mafia, arrestando a los grandes líderes.

Keith Kogane es el mayor lider de la mafia, teniendo lazos por todo el mundo, un asesino a sangre fría, traficante de drogas, uno de los mayores secuestradores de personas y trata de blancas.

Shiro tendra que tomas medidas extremas para poder arrestar a Keith.

—¡Es una locura! —Exclamo la italiana.

—No tenemos otra opción —Dijo él azabache mientras la miraba fijamente.

—Shiro... —Un sonoro suspiro salio de los finos labios de Pidge— Esto es una completa locura, si saben quien eres no dudaran en matarte, además no hay lider de la mafia que no te conozca y él de seguro ya sabe todo sobre ti, no podemos perderte, ¡envia a alguien más!

—¡No! Se el riesgo de esta misión y que podre morir, para eso tendre que hacerme un cambió radical, ya es tiempo de acabar con él, no mas drogas, asesinatos, secuestros y trata de blancas.

La italiana solo vio como su jefe salía de aquella oficina, odiaba lo testaduro que era su mayor, tenía un amargo sabor de boca, sabia que esto iba a estar mal.

[...]

Él azabache miraba sin piedad al pobre hombre que rogaba por su vida.

—¡Se lo suplicó! —Dijo entre sollozos el hombre mayor— ¡Tengo hijos y esposa!¡Juro que te pagare!

Keith sacó una arma la cual apunto a la cabeza del hombre.

—De rodillas.

—¿Qué? —El hombre sintió un profundo temor.

—¡De rodillas! —Alzo la voz un tanto desesperado.

Él hombre de no más de cuarenta años cumplió con la petición del joven.

—Negocios son negocios.

Sin más una bala atravesó el cráneo del tipo, matandolo instantáneamente.

—Ya saben que hacer.

Se alejo de la escena mientras su equipo limpiaba todo rastro de aquel asesinato, esto era parte de su día a día.

[...]

Él día esperado para Shiro llego, si todo funcionaba ya estaría dentro del equipo de la mafia.

Él plan era este: finguir ser un pobre hombre que observa como cargan la droga, al ser descubierto su preció para su silencio sería trabajar dentro de aquella red.

Ya se encontraba en él sitió donde transportarían aquellas sustancias. Se hizo notar y fue golpeado por una mujer.

—¡No! —Se tiro al suelo — No dire nada, solo pido una cosa a cambió de mi silencio.

Todos lo vieron mientras lo apuntaban con distintas armas.

—Habla —Dijo la misma mujer que lo golpeo.

—Déjeme ser parte de esto, dejen que me una a todo esto.

Varias carcajadas se oyeron por todo él lugar, Shiro se sintió más nervioso.