Oɴᴇ Sʜᴏᴛs Sʜᴇɪᴛʜ [ᵉⁿ ᵉᵈⁱᶜⁱᵒ́ⁿ]

;; 0 7 ;;

La misma situacion de siempre.

Cada noche era lo mismo.

¿Desde cuando empezaron estos encuentros?

Solo aquel bar sabía como incio todo este enrollo en el que se metieron.

Él azabache tomaba sin control, ¿cuantas cervezas llevaba? Desde la quinta perdio la cuenta, pero de lo que estaba seguro era que ya estaba bastante borracho como bailar como pez fuera del agua.

Con ayuda de personas ajenas llego al baño, se apoyo en la pared, el recorrido lo había mareado. Un chico de mechón blanco se le acercó para poder ayudarlo aunque lamentablemente él se encontraba en él mismo estado del menor.

-¡Niño! -Le grito Shiro- ¡¿Te.. -Sin dejar continuar Keith lo beso, el alcohol hizo el efecto necesario para empezar con aquellos encuentros.

Él tiempo paso, ambos se encontraban en un cubículo besandose como si su vida dependiera de ello, el mayor penetraba al azabache. Ambos ya al satisfacerse salieron del cubículo intercambiando numeros, desde ese momento los encuentros se isieron más comunes, pero si pusieron un regla:

Prohibido enamorarse.

Las reglas son para romperse ¿verdad?

Shiro ya la había roto.

Otra discusión con su pareja, Keith salió dando un portazo, se encontraba frustado su novio lo volvia a atormentar con las mismas preguntas "¿Donde vas?" "¿Tienes a otra?". Sabia que hacia mal pero no podia dejar de ver a su amante.

Le mando un mensaje a su amante, anunciándole que pronto iria a su casa, el mayor acepto gustoso pues hace dos semanas que no se veían.

La horas pasaban y ambos estaban cansados, cada quien acostado a cada lado de la cama matrimonial, Shiro cerro los ojos cosa que no duro mucho al sentir un peso ensima de su abdomen, Keith se poso ensima suyo. El mayor se sento para mayor comodidad, mira al azabache y sonrió.

Keith no podia creer lo que sus ojos, aquella forma en la que lo veía y sonreía era la misma en la que Lance lo hacia. Eso no podia estar pasando.

-No... -Murmuro Keith empujando a Shiro. Se puso lo mas rápido que pudo su ropa para después salir corriendo del departamento del mayor.

Shiro se quedo mudo, ahora se daba cuenta de que jamas podrás abrazarlo, besarlo o mimarlo, el único que tenia esas posibilidades era aquel odioso cubano.

Él tiempo paso y ambos evitaron contacto alguno, bueno hasta que Shiro se entero que Keith se hizo el prometido de Lance.

Shiro: ¿Podemos hablar?
                                  4:41 Pm

Keith: ¿Sobre que?
4:42 Pm

Shiro: Sera mejor que hablemos cara a cara, te espero afuera del restaurante afuera de la ciudad.
                                        4:43 Pm.

Keith: Te veo en una hora
4:43 Pm

Shiro suspiró ¿esto sera su adiós? Era propenso a que si.

Ambos se encontraban frente a frente sin decir ninguna palabra, no se atrevían a entrar al pequeño restaurante que se encontraba alado de ellos, el cual estaba lleno de camioneros que pasaban a descansar de una larga jornada.

-Rompiste la única regla -Empezó Keith.

-No lo negare -Contesto el mayor-, lograste que me enamorara de ti, a pesar de que solo era sexo lo que teníamos lo sentía algo más especial, pero solo eso éramos compañeros de sexo ¿por qué dejamos que todo esto pasará? Sabíamos el daño, tu tienes una pareja con el que acabas de comprometerte ¿que pasara después?¿Nos seguiremos viendo?¿Quedaremos como amigos? Te quiero Keith pero no eres mio.

Él menor se quedo mudo, las ganas de llorar se apoderaron de el, no quería dejar de ver aquel chico que conoció en el bar pero tampoco quería dejar atrás al cubano que con esfuerzos logro conquistarlo. Sin más palabras Shiro beso a Keith, sin excitación, solo lo beso con dulzura cosa que Keith no nego, a quienes engañaban ambos se habían enamorado.

Keith camianba al altar con un hermoso traje blanco, todos miraban con lágrimas en los ojos, hasta el mismo quería llorar. Llego en frente de la persona que se uniría para toda la vida.

La ceremonia termino con un dulce beso de parte de ambos, ahora podrían ir a su fiesta de matrimonio.

-¡Que pase la pareja a la pista! -Hablo animado el DJ- ¡Lance y Keith!.

La gente aplaudió para dar paso a la pareja que bailaria su primera pieza de baile, juntos como esposos.

Mientras la pareja bailaba el japones bebía sin control, aquel chico azabache ya nunca estará en su vida, se sentía vacio nada podrá llenar él vacío que su ex amante causo eso era hasta que un castaño se acerco a su lado.

Ahora ambos son felices con sus parejas pero ¿por qué no dejaban en pensar en el otro? La respuesta era fácil:

Él verdadero amor llega una vez y
cuando llega es difícil desaparecerlo.

Entre que si me gusto y entre que no. Quise probar otro tipo de narración -aunque siento que fue lo mismo-. Pero bueno espero que le guste.

Por cierto ¿ya vieron la sexta temporada? Yo la ame con todo mi ser

¿Alguien para desahogar las penas? ಥ⌣ಥ