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Un edificio se encontraba en completo silencio, la gente empezaba a despertar por culpa de sus alarmas o por que su reloj interno se los pedía, una pareja se encontraba profundamente dormida disfrutando la compañia de ambos.

Desde ya hace un año que lograron vencer a los Galra y ahora disfrutaban la tranquilidad que les ofrecía la Tierra.

El primero en despertar fue Keith quien no se pudo mover pues unos brazos en su cadera impedía su movimiento, miro al hombre que dormía a lado suyo, aveces creía que era falso que esto era un sueño pero ahí estaba, durmiendo con una tranquilidad que posiblemente nunca sintió en mucho tiempo.

Keith apoyo su cabeza en el pecho del mayor disfrutando el calor que le porpocionaba su pareja, sus mejillas se ponían calientes. Una mano se poso en su cabello que lo acariciaba con ternura.

—Buenos días amor. —Habló con voz ronca el mayor.

—Buenos días —Beso con dulzura los labios del su amado.

Se besaron unas cuantas veces más para después salirse de la comodidad de su cama, el azabache se puso una playera que encontró en el piso que le quedaba vagamente grande evideciando que era la de Shiro, mientras que el mayor solo se encontraba con bóxer.

Caminaron hacía la cocina para poder preparar su primera comida del día, el menor se sentó encima de la isla que se encontraba en medio de la cocina observaba como el de cabello platiado hacía un simple desayuno, la luz de sol se colaba por las ventanas. Keith empezó a tararear una vieja canción, Shiro oía la dulce melodía.

Dejó calentando unos panqueques, en lo que se hacían aprovechó para poder robar uno que otro beso del menor, cuando estuvieron listos se sentaron a comer, platicando lo que hoy harían dentro de sus nuevos trabajos de Garrison.

Shiro ahora es maestro, capacitando a nuevos cadetes.

Keith es maestro de batalla cuerpo a cuerpo.

La marca en su mejilla aún seguía ahí, mostrando la pelea que tuvo contra Kuron, que Shiro ama besar.

Terminaron el desayuno, se arreglaron para poder ir a sus respectivos trabajos, caminaban tomados de la manos disfrutando de la mañana, desde la pelea varias razas alienígenas vivían en el planeta Tierra. La pareja saludaba a culquiera que pasaba en su camino, eran famosos paladines, cualquiera los reconocería.

Al llegar a Garrison fueron recibidos con amabilidad, se besaron para después desearse buena suerte cada quien se fue por su respectivo lado.

[...]

Aún seguía golpeando al saco relleno de arena que se encontraba frente suyo, sus alumnos ya se habían retirado para consumir algún alimento o simplemente descansar un poco, paro de golpear el saco mirando a su alrededor no había ninguna señal de su pareja; siempre que iniciaba el descanso pasaba por él para poder descansar los dos.

Se seco el sudor y se puso colonia para no oler tan mal, camino hacía el salón donde impartía clases. Al llegar escucho dos voces, se escondió para poder observar, era Shiro junto con otro chico que no conocía.

—Curtis ya te dije que no.

—Anda —El chico de piel canela se acercó más—, solo una cita.

—Ya tengo pareja.

—No debe enterarse.

Eso fue el colmó, Keith entró al salón y sin dirigir palabra alguna se acercó a su novio.

Oɴᴇ Sʜᴏᴛs Sʜᴇɪᴛʜ [ᵉⁿ ᵉᵈⁱᶜⁱᵒ́ⁿ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora