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Keith caminaba vagamente por las calles de la gran ciudad de New York, sin ninguna prisa, simplemente disfrutando el aire frio que pegaba a su cara.

Vaya sorpresa con la que se encontró.

Un lloriqueo saco de su tranquilidad a Keith, camino mas y se encontró con una caja bastante maltratada, la poca gente pasaba y miraba la caja, algunos con desinterés y otros con tristeza. Con mas curiosidad miró la caja, un bebe.

-¿Quién te habrá dejado aquí? -Tomo al bebe en brazos, la gente lo miro extraño. El bebe al sentir los brazos cálidos de Keith empezó a llorar menos.

Se acordó de un centro de policías que había cerca, se puso en marcha con la bebe en brazos. Casi llega hacer la peor cosa de su vida. Miro de nuevo al pequeño ser que estaba en sus brazos, aun sollozaba, posiblemente sea por hambre, frío o trae sucio el pañal. Los bebes llegan a ser confusos.

Ahora corrió a su casa, mientras lo hacia llamaba a su mejor amiga, Katie Kolt.

-¿Pidge?

-¿Que pasa Keith? Te oyes muy agitado, seguro... ¡Si quieres condones no te voy a dar! -Grito sonrojada.

-¡No es lo que piensas! Por favor necesito tu ayuda, ve a mi casa y de paso ¿crees que puedas compartir pañales, toallitas para bebe y un biberón?.

-¿Para que?¿Que pasa Keith?

-Tu solo as lo que te dije -Sin mas él azabache colgo, dejando a una italiana bastante confundida, pero cumplió con todo lo que le pidió Keitn.

Al llegar a su casa se encontró con Pidge afuera de su casa, esta miro al pequeño ser en los brazos del azabache.

-¿De donde sacaste esto?.

- Esto -Señalo a la bebé-, es un bebe. Se llama Aliza. Ahora entremos que la pobre se muere de frío.

Los tres entraron, los dos mayores empezaron a cuidar a la pequeña, la bañaron, alimentaron, le cambiaron el pañal y le pusieron una ropa.

-Y por ultimo... Su biberón -La italiana le paso él biberón, la bebé lo tomo sin dudarlo, esta se empezó a quedar dormida.

-Es hermosa -Murmuro Pidge- ¿Donde la encontraste?.

-En una caja, las personas la veían pero nadie le hacia caso, la carge y la traje. Es tan pequeña. -Sonrio con dulzura, sentía que su deber era cuidarla, amarla y estar con ella. Por algo juntaron sus caminos.

-¿La piensas adoptar?.

-¿Crees que deba hacerlo?.

-Pues creó que se acomodo muy bien contigo, sabes todo lo que conlleva tener un bebe, el proceso legal para poder adoptarla y los gastos. Pero... Si decides cuidarla, te apoyare.

Él azabache sintió lágrimas recorrer su rostro, miro a Aliza, la abrazo levemente.

Una semana paso, el azabache se encontraba hecho un manojo de nervios, hoy es el día muy importante para el. Hoy se decidirá la adopción de la bebé.

-Keith Kogane puede pasar -Hablo una secretaria, el azabache se paro rápidamente y siguió a la señorita por un largo pasillo que se dirigía a un tribunal.

Al entrar se topo con personas que nunca había visto, excepto por su mejor amiga Pidge, que estaba igual que nerviosa que él.

-Él día de hoy se decidirá la adopción de la bebé -Arreglo unos papeles que no hace mucho examino- La niña fue encontra en una caja en una calle poco transitada, la recogió y se la llevo a su casa. Ahí la cuido, la baño, la alimento y la vistió. -Suspiro- Un trabajador social irá a su casa una vez por mes. Esperó que la cuide muy bien señor Kogane, muchas felicidades. -La sonrisa del juez fue suficiente para Keith sonriera y lágrimas bajaran por sus mejillas, un policía que tenia la bebe en brazos, que ahora oficialmente tenia nombre, Alizabeth Kogane, ahora él azabache era oficialmente su padre. No podia estar mas que feliz.

Oɴᴇ Sʜᴏᴛs Sʜᴇɪᴛʜ [ᵉⁿ ᵉᵈⁱᶜⁱᵒ́ⁿ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora