Y aquí otro reto de TES V: Skyrim, dedicado de nuevo a Gli-Gli
Las pesadas cadenas chirrían al ponérselas a los prisioneros. Los soldados imperiales tiran de ellos para que se pongan en marcha. Hadvar, su capitán, va al frente, guiándolos al campamento. No está de muy buen humor. Desde que la guerra civil acabó, los Thalmor han estado presionando al Imperio para realizar «limpieza» de herejes y Capas de la Tormenta. Reciben una lista de posibles culpables, los capturan y los llevan frente al Legado. Y a partir de ahí...
Hadvar se gira a los prisioneros. Allí, entre ellos, está Ralof. Compañero de juegos, más tarde compañero de combate, y ahora su enemigo. Sabe que, si lo entrega, será la gota que colme el vaso. No podrá volver a su pueblo natal, no podrá seguir siendo legionario, no podrá ni siquiera mirar a su familia a la cara. Quizás sea su última oportunidad de hacer las cosas bien. Quizás sea la última vez que Talos le tienda la mano.
Al caer la noche, hacen un alto en el camino. Hadvar ordena a la escolta que preparen el campamento y mientras se queda vigilando a los prisioneros. Una vez se asegura de que se han alejado todos, toma las llaves y se acerca a Ralof:
- Ralof, voy a soltarte. Pero antes tendrás que prometerme que me escucharás y obedecerás.
- ¿Así, sin más? ¿Y el «protocolo» de los imperiales? - pregunta con desdén Ralof. - ¿Ese que te hace llevarme a que me torturen y ejecuten los elfos?
- ¡A Oblivion con el protocolo! Voy a liberarte y nos vamos a largar de aquí.
Ralof lo mira a los ojos, desafiante. Entonces, señala con la cabeza a los demás.
- Ellos se vienen conmigo. O todos, o ninguno.
- ... hecho.
Ralof le sonríe y le tiende las manos engrilletadas.
- Bienvenido a los rebeldes, hermano.
YOU ARE READING
Rolvember 2018
FantasyRecopilación de los 30 retos del Rolvember 2018 propuestos en Twitter por Pifias de Novatos. Los retos que no aparezcan será porque contienen personajes originales de una novela en curso propia. El resto será de uso totalmente público e incluso se p...