Metió la mano en el bolsillo y sus yemas tocaron algo raro. Al palparlo, se dio cuenta de que era un guijarro, el que le había dado esa extraña mujer. Lo sacó y le dio vueltas con los dedos. Era el típico guijarro de río, suave y redondeado, pero con un agujero en el centro. Piedra de bruja, la había llamado esa señora. Si ves a través del orificio, podrás ver cosas ocultas, dijo. Bufando con incredulidad, se puso la piedra en un ojo y cerró el otro. Miró a las sombras de la esquina, bajo la cama y detrás del armario. Nada, como había pensado. Entonces, se miró la mano. Entre sus dedos, había otra entrelazada. Se quedó congelado, su sonrisa burlona se apagó. Tragó saliva y recorrió lentamente con la mirada el brazo de la mano fantasmagórica. Le temblaba cada vez más la mano y sudor frío le caía por la espalda. Finalmente, miró a su derecha y lo vio y empalideció. Ojos negros hundidos. Dientes afilados y gigantes. Sonrisa de oreja a oreja. Piel azulada y traslúdica.
Resonó un grito que congelaba la sangre. Y la luz se apagó.
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Rolvember 2018
FantasíaRecopilación de los 30 retos del Rolvember 2018 propuestos en Twitter por Pifias de Novatos. Los retos que no aparezcan será porque contienen personajes originales de una novela en curso propia. El resto será de uso totalmente público e incluso se p...