01 - Excusa

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Mike Wheeler se encontraba en su habitación "haciendo tarea", en realidad estaba recostado en su cama, tenía un libro y una libreta sobre su cama, pero estaba haciendo nada, lo hacía para que, ni su madre, ni su hermana, pudiesen molestarlo

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Mike Wheeler se encontraba en su habitación "haciendo tarea", en realidad estaba recostado en su cama, tenía un libro y una libreta sobre su cama, pero estaba haciendo nada, lo hacía para que, ni su madre, ni su hermana, pudiesen molestarlo.

El chico se empezaba a quedar dormido, hasta que escuchó golpes en la puerta, Mike bufó mientras se levantaba para abrir, encontrándose con la chica de cabello castaño que tanto amaba.

—¡El!

—Hola, Mike. —Dijo la antes mencionada, con una sonrisa en su rostro. —¿Te molesto?

—Claro que no, nunca lo harías. —Mike sonrió.

Mike se hizo a un lado dejando pasar a la castaña, el chico se sentó en el borde de la cama dando palmaditas a un lado suyo para que Eleven se sentará junto a el, la chica se sentó a su lado.

—Creí que hacías tarea. —Dijo ella.

—No en realidad sólo era una excusa.

—¿Excusa? —Pregunto la castaña, pronunciando la palabra con dificultad.

—Si, excusa, es una razón que se da para justificar una acción. —Explicó el chico, dejando un poco confundida a El. —Bueno... un ejemplo podría ser, lo que hice yo para que mi madre y hermana no me molestasen, puse de excusa que tenía que hacer tarea. —Dijo Mike, intentando hacer que ella entienda el significado de la palabra.

—Ohh, ahora entiendo. Excusa.

Eleven repitió está última palabra varias veces en voz baja, para que, de esa forma, se grabara en su mente. Esto le pareció demasiado tierno a Mike.

—Otro ejemplo claro podría ser el siguiente. —Hablo Mike, hizo una pequeña pausa antes de seguir y, en ese momento, sus mejillas se tornaron de un leve color carmín, ¿que tramaba el chico? —Ahora mismo tienes miel en tus labios.

Eleven toco sus labios, sintiéndolos un poco pegajosos. Era cierto, antes de ir a casa de Mike, estuvo comiendo waffles y algo que jamás podía olvidar cuando los comía, era miel, adoraba la miel.

—Cierto.

—Te ayudo a quitártela. —Dijo el pelinegro, con nervios.

El chico puso su mano sobre la mejilla de la castaña y comenzó a acercarse a su rostro. Estaban, a tan sólo, unos centímetros de distancia, se armó de valor y la beso. Eleven estaba confundida, ¿no se suponía que iba a quitar la miel de sus labios? Aún así, correspondió el beso. Un beso tierno y algo tonto, pues ninguno de los dos es un experto besador, pero era algo que, simplemente, no les importaba.

Segundos después se separaron, entonces la chica tocó sus labios y dijo, en tono de reclamo:

—¡Aún tengo miel!

El pelinegro rió sonrojado.  —Lo se, sólo fue una excusa para besarte.

La castaña se sonrojo al entender el porque del beso. Entonces entendió el significado de la palabra "excusa".

Se levanto de su lugar y con un sonrojo, dijo. —Pues, tendré que poner miel en mis labios más seguido.

La chica sonrió antes de salir y cerrar la puerta, dejaría a Mike hacer su "tarea". Las mejillas de el pelinegro se pusieron más rojas de lo que ya estaban, Eleven a veces lo sorprendía.

 Las mejillas de el pelinegro se pusieron más rojas de lo que ya estaban, Eleven a veces lo sorprendía

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Ahre casi es igual al que escribí en el fanfic pasado, pero a la vez esta demasiado distinto xd.

Si te gustó, te agradecería que me regalaras una estreshita :3.

Gracias por perder un poco de tiempo leyendo esto~

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