III

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Un intenso color celeste pintaba el cielo ese día, las nubes creaban dibujos extraños pero que realmente para la mente del rubio tenían forma y hasta nombres.

El árbol debajo de donde se encontraba acostado, daba un paisaje favorecedor para sus ojos, ya que el sol no llegaba a encandilarlo tanto.

Cerró sus ojos, cansado de estar buscando una figura en las nubes del cielo. 

Comenzó a tarararear un dulce melodía que había acabado de inventar absorto en sus pensamientos. 

En ese momento la tranquilidad  era su única acompañante, impidiendo que su cabeza trabajara a mil, como lo estuvo haciendo en todo el transcurso de ese mes.

Unas pisadas sobre el césped bien cortado y verde en donde él estaba descansando llegaron a sus oídos.

Sus ojos se abrieron y fue el sol quien chocó fuertemente con su visión, provocando que no pudiera ver a la persona que estaba observándolo desde arriba.

Con sus manos tapo rápidamente sus ojos, frotándolos para recuperar de nuevo la visión y no solo ver manchas naranjas brillantes.

Unas manos tomaron las suyas y fue cuando entonces buscó sacar sus propias manos de sus ojos, pero siendo impedido por las manos contrarias quienes acomodaron sus propias manos como si tuviera una especie de vendas hechas por ellas.

–¿Por qué no me dejas verte?– el rubio dejó de forcejear para zafarse.

–Tú lo quieres así– sus ideas quedaron aún más perdidas al momento en que el castaño dijo aquello.

–¿Por qué yo querría algo como eso?– las manos del castaño dejaron de presionar las suyas, dejándole libre el paso para su visión.

–Tú deberías saberlo, yo no soy el que pone las reglas aquí – sintió aquella voz más lejana, por lo que abrió los ojos, y no pudo encontrar a nadie ahí–. Además, ¿por qué te interesa tanto verme?.

El rubio se enderezó en su lugar, el castaño se encontraba detrás del árbol para que de esa forma no pudiera verlo, apoyó su espalda contra el árbol que ahora los dividía, suspirando con cansancio.

De alguna forma, con solo escuchar la suave voz del castaño lograba tranquilizarlo, y no pudo pasar de desapercibido el tono con el que hizo aquella pregunta, como si estuviera decepcionado y hasta triste, logrando confundirlo aún más.

–Yo...– arregló sus ideas antes de contestar a la pregunta del desconocido.– Solo quiero saber quién es la persona que tiene esa dulce voz que tanto me tranquiliza.

No obtuvo respuesta luego de soltar aquello, creyó que fue inadecuado haberle dicho a alguien que siquiera aún había podido ver su rostro lo que sentía. Pero, era un sentimiento que tenía y TaeHyung suele expresarlos, independientemente de las consecuencias que traerían con ellos.

–Gracias– un susurro fue lo que escuchó, pero entendible–. También me gusta tu voz, y claro, en algún momento tendremos que vernos las caras, pero será cuando tú quieras aquello y te sientas seguro de lo que en verdad quieres, hasta entonces solo podrás escuchar mi voz y yo la tuya, lo siento.

Un poco de agua llegó a parar en su rostro y bufó bastante molesto, sabía perfectamente de quien se trataba si ocurría algo de aquello.

Su madre lo observó con el ceño fruncido, y él solo se frotó los ojos mientras bostezaba en el proceso.

–Otra vez durmiendo sobre la mesa Tae– el nombrado se encogió de hombros, después de todo no era nada nuevo–. Bebé, deberías descansar más lo sabes, ¿no?– el rubio asintió, sin ganas de soltar una palabra, estaba con pocas energía, sentía que si hablaba terminaría durmiendo nuevamente en aquel lugar–. Vamos a la cama, preparare la cena y te despertare para entonces, ya te esforzaste demasiado por hoy, mañana será otro día, te quiero ver bien, cariño.

Su madre lo llevó hasta su cuarto y lo recostó en su cama suavemente. Realmente su madre aún lo seguía tratando como un bebé, pero qué se podía hacer, eran ellos dos en esa casa, siempre sería tratado de esa forma por aquella mujer que tanto amaba y admiraba.

Repasó lo que había soñado, y sí, últimamente esos sueños no le estaban ayudando en absoluto, solo lograban hacerlo confundir más y pensar demasiado en algo que realmente no era importante.

Quiero aclarar que el sueño puede ser cortado en cualquier momento, eso es lo más normal, ¿no?. 

Bueno, pero en este caso Tae solo podrá despertar cuando algo o alguien interrumpe sus sueño debido a que se le hace imposible despertar una vez dormido. Y pues ya saben, soñamos una vez ya descansada nuestra mente, significa que nuestra mente ya esta nuevamente despierta y por eso soñamos lo que soñamos, bien, eso es todo.

Gracias por leer :3
Nos leemos pronto ^^
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~Entre Sueños~ ✨TaeKook✨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora