¿Me compraste por placer? [J. H.]

Capítulo 4

Me encontraba parado frente a 4 chicos a puestos no puedo negarlo. No evité imaginarme que ellos eran quien Jungkook me digo que ayudaban al tal Hoseok.

Qué desperdicio. Pensé.

- Presenta al joven - sonrió uno de los muchachos, de forma burlesca.

- Por supuesto, Yoongi. El se llama Kim Taehyung - Hoseok sonrió de costado.

- ¿Donde lo has conseguido? Éste tipo de chicos no se dejan engañar fácilmente - volvió a mencionar Yoongi.

- A parte, se mira bastante inocente - Interrumpió otro de los chicos.

- ¿A que te refieres con inocente, NamJoon? - Volvió a responder Yoongi.

- Vamos, chicos. Todos sabemos a que se refiere Nam - Mencionó Hoseok.

- Es virgen, ¿o no? -Yoongi sacudió sus manos, dando a entender un gesto emocionado.

- Efectivamente, Min -Hoseok sonrió tomando mi rostro con una de sus manos e hizo presión, obligándome a mirar fijo a Yoongi.

No evité soltar un quejido pues el agarré era bastante fuerte y brusco, los miré a todos avergonzado.

Nunca me había sentido tan humillado como en este momento.

- Me sorprende que no hayas resuelto ese problema, ya sabes que a los clientes no les gustan tan niños - dijo NamJoon como recordatorio.

-No he tenido tiempo - respondió Hoseok vagamente.

- O ganas - se volvió a burlar.

- Resuelvelo tu, entonces - Digo en respuesta a su burla.

Las palabras de Hoseok me provocaron un escalofrío al instante, miré con terror a NamJoon. Suplicaba a mis adentros que no lo hiciera, y estaba más claro que no iban a apiadarse de mí.

Observé a NamJoon dar pasos lentos dirigiéndose a mí, quise correr, solo salir corriendo, pero Hoseok tomó con fuerza mi brazo al captar el pánico en mí.

Al parecer esta vez sí era cierto que no volvería a salir corriendo; la mano de NamJoon vagó desde mi abdomen a mi cintura, luego colocó sus dos manos sobre mí trasero y los apretó haciéndome respingar. Seguidamente soltó una carcajada y se alejó.

Solté un ligero sollozó.

- Imbéciles - Murmuré.

¡Tu y tu maldita bocota! Pensé.

- ¿Que has dicho? - Hoseok exclamó molestó. Mirándome.

Sentí la mirada de todos sobre mí enseguida - Yo... No quise decir eso - susurré aterrado.

- ¡Ah, no quisiste! - Musitó Hoseok con ironía - Pero lo hiciste mocoso, y no eres nadie para equivocarte de esa forma.

- Hoseok yo no...

- ¡Callate! - Vociferó - ¿Quien mierda te creés tu para decirme Hoseok libremente - elevó la voz intimidandome aún más al tiempo que levantaba la mano.

Por intuición lleve las manos frente a mí cara como si intentará que el golpe fuera menos mientras cerraba los ojos. Todo mi cuerpo temblaba de miedo.

El último de los chicos dio grandes zancadas hasta donde estábamos Hoseok y yo; tomó mi brazo halándole lejos del pelinegro, parecía que me estaba protegiendo con su cuerpo, y yo no evité que lo hiciera.

-Ya basta - Habló secamente repartiendo miradas a todos los chicos y sin más colocó su mano en mi espalda alta guiándome nuevamente adónde se encontraban todos los chicos.

Una vez ahí abrió la puerta y encendió las luces mirándome.

Para mí era algo muy curioso ver como la mirada del chico no reflejaba crueldad alguna, al contrarió de los demás, juraría que el miel de sus ojos guardaba puro remordimiento.

- ¿Te doy un consejo? - Preguntó suavemente.

Esperen, ¿qué?.

Lo miré un par de segundos para luego dar un asentimiento con la cabeza.

- Nunca  digas que no, Taehyung... -Me miró fijamente. - no lo aceptarán jamás.

-Ya lo había escuchado -Murmuré en voz baja.

- Púes acátalo... - luego señaló la puerta indicándome que entrará - soy Jimin, por cierto.

Lo miré y le regale una sonrisa algo forzada, seguidamente entré al lugar y la escuché cerrarse a mis espaldas, luego fui a donde todas sin mencionar palabra alguna.

Me senté en el pisó y miré la puerta.

Absolutamente nada.

- ¡Taehyung! - Escuché un masculino gritillo sacarme de mí transe.

- ¿Qué? - miré a Jungkook confusa.

- llevó rato hablándote... ¿Te han hecho algo? - Me miró con extrema curiosidad, sostuve la mirada y negué lentamente.

-Aún no...

(...)

Los irritantes murmullos de algunas chicos que hablaban comenzaban a ser un poco molestos, pues necesitaba silencio; no estar escuchando con cuantos se acostaron la noche anterior.

En realidad ya era muy molestó.

Pasados unos veinte minutos y yo estaba a punto de gritarles que se callarán de una vez, escuchamos un golpeteo fuerte en la puerta haciendo a todos guardar silencio.

- Empiecen a prepararse, subirán en una hora exactamente - La dura voz de Hoseok atravesó la puerta. - Y sean puntuales.

- Mira tae... Aquí hay ropa, ponte lo que quieras y que te quedé... - Sonrió un poco señalando un guardaropas en una puerta.

- Yo te maquillaré -Añadió Taemin mientras justo frente mío comenzaba a desvestirse para colocarse la ropa.

Volteé la mirada a mis manos púes no entendía como es que no le avergonzaba, se que con el tiempo se acostumbraron a perder la vergüenza, pero siendo honesto yo no podría superar que alguien éste abusando de mí noche tras noche.

Quién pensaría en el destinó de cada uno, todos pensamos que eso es algo que me pasará a mí. Pero cuando menos lo esperas alguien te arrebata la libertad por un bien ajeno a ti; me avergonzaba estar vestido de esta manera porque nunca me imaginé así, yo no era esa clase de chico que mostraba para llamar la atención. En este caso, tampoco es por gusto, pero el simple hecho de traer puesto esta ropa me pone los pelos de punta sin contar que tendré que salir así con un montón de señores viejos en busca del placer que en casa no les dan.

No voy a negar que tenía miedo, de lo que pudieran hacerme; estaba muy provocativo en todo aspecto, y pienso que eso no me da un plus con los señores que vendrán.

El pánico me esta atormentando.