Capítulo 7

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Sentía una horrible presión en mi pecho.Esa típica sensación de dolor, y desilusión que no te deja ni dormir. Los sollozos eran casi involuntarios, las lágrimas no dejan de caer por mi8s mejillas... Me dolía.

Me dolía el hecho de haber sido humillado de tal manera.Me daba dolor saber que esta sería mi vida de ahora en adelante.

Hoseok no se ha aparecido desde hace un rato, y honestamente agradezco que así sea; Es la última persona que quiero ver ahora.


Me volví a recostar en la cama, pero nuevamente el dolor en mi espalda baja se hace presente, intento buscar una posición en que el dolor sea menos; pero no lo hay. Me incorporé lentamente y al mirar la mancha de sangre sobre la cobija, solté un sollozo. Hale con furia la cobija dando gritos ahogados de dolor y coraje, aventé la colcha al piso y me volví a acostar; me coloque en forma fetal abrazando una almohada mientras lloraba con desgarre.

Cerré los ojos un instante.

Las lágrimas no cesaban, solo que después de tanto llorar comencé a quedarme dormido. Y esta vez me deje llevar.

(...)

Escuchaba música sonar a lo lejos, que cada vez se vuelve más fuerte; la música sigue sonando hasta que caigo en cuenta que ya habia despertado y la música provenía de la planta baja de la casa.

No abrí los ojos.

Trató de volver a dormir pues honestamente yo no quería pensar en nada, no estaba bien y no quería joderme más yo mismo.

Cuando casi logre dormir nuevamente, escuche la perilla de la puerta girarse lentamente, di un brinco enderezándome enseguida y mirando la puerta con temor.

Apenas la puerta se abre, permite más paso a la fuerte música haciendo que las ventanas vibraran un poco. Cualquiera creería que es una fiesta de adolescentes en fin de curso.

Un chico me miró desde la puerta, este sostenía un vaso en la mano izquierda y se tambaleaba ligeramente; él esta ebrio.

Una sonrisa llena de perversión se poso en su boca mientras soltaba la perilla de la puerta y caminaba al interior de la habitación.

Mi respiración comenzó a cortarse y acelerarse al instante, pero mi cuerpo no reaccionaba. Yo quería correr, pero simplemente estaba paralizado en lo absoluto; la mano del chico se posó en mi rodilla y comenzó a subir lentamente, y por alguna razón pensé en Hoseok.

Él chico se subió en mi, y sin más grité.

- ¡Hoseok! 

[***]

-¿Qué...?- Hoseok miró a los chicos algo confundido.

- ¿Qué de qué...? - Yoongi funció el ceño divertido.

- Clarito escuche que dijeron mi nombre...

- ya deja de tomar- Jimin rió burlón.

- Rayos, ya estoy loco- Hoseok rio de igual forma. 

- Siempre has estado loco, compañero- Sonrió Yoongi.

Los cuatro chicos rieron mientras observaban que tan bien marchaba su negocio esta noche; un agudo grito hizo que los chicos intercambiaran  miradas entre si.

- ¿Apoco alguien esta en servicio?- Preguntó Jimin mirándolos.

- Según yo, no- Hoseok negó lentamente.

- Hoseok...

- ¿Qué NamJoon? - Lo miró.

- ¿Dónde dejaste a Taehyung...?

¿Me compraste por placer? [J. H.]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora