Capítulo 24

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3:45 de la mañana y la casa esta totalmente en silencio, la ausencia de Hoseok aún permanece,y yo ya no puedo esperarlo más tiempo despierto. Me acomodo dispuesto a dormir cuando por fin escucho el auto de Hoseok estacionarse afuera, y eso gracias al gran silencio.

Comencé a escuchar como de a poco los pasos de Hoseok se aproximaban, y segundos después la puerta se abrió dejando ver a un Hoseok en un estado total de ebriedad.

El sonrió al verme y entró en la habitación cerrando la puerta.

- Hola chiquito- Habló Hoseok arrastrando las palabras mientras caminaba a mi.

- Estas borracho- Murmuré mirándolo sin expresión alguna.

Él se dejó caer sobre mi y enseguida me besó. Ni siquiera lo tocaba y mi boca permanecía quieta, sus manos comenzaron a acariciar mi cuerpo y eso me hizo entrar en pánico.

Demaciado, en realidad.

- Hoseok, por favor detente...- Traté de sonar firme, pero fallé, mi voz tembló.

Hoseok me ignoró por completo, así que trate de empujarlo lejos de mi de una forma bastante brusca, y entonces paso algo que honestamente no esperaba.

Me pegó.

Un ligero hilo de sangre comenzó a desprenderse de mi labio mientras lo miraba atónito, de verdad no lo esperaba, Sin más siguió en lo suyo, y yo no me puse más resistencia.

De nuevo me tocó sin importar lo que le dijera.

¿Por qué no me sorprende?

(...)

- Toma, chiquita- Le sonreí ligero a Dawoon mientras le daba su biberón, quien al tomarlo salió gateando directo a la sala.

- Buen día, nene- La ronce voz de Hoseok se hizo presente en la cocina.

Se acercó hasta mí y planto un beso ligero en mi cabeza, pues yo tenía la mirada hacia abajo. Me tense al instante.

- Dios, no me toques Hoseok- Musité evitando mirarlo.

- ¿Qué? ¿Por qué, qué paso?- Preguntó Hoseok en un tono confundido.

Lo miré de forma incrédula quien al verme palideció aún más, pues mi labio estaba ligeramente hinchado y su mano se había marcado un poco en mi mejilla. Rápidamente su vista se cristalizó.

- ¿Te pegué...?- Preguntó en un tono lleno de miedo.

- No fue lo único, Hoseok.

- Dios no... Dime que eso no lo hice- Suplicó con la voz aguda y cortada.

- Te estaría mintiendo si te dijera que eso no lo hiciste- Le miré con tristeza.

- No, no... No nene perdoname- Suplicó caminando a mi enseguida.

- Lo peor es que te creí...- Susurré.

- Taehyung por favor, perdoname yo no quería- Suplicó.

- Me hiciste una promesa y en esa promesa había un trato- Aclaré mirándome las manos.

- No, no por dios no te vayas- Sollozó mirándome fijo.

- Me iré pasado mañana, y para entonces espero ya no volver a verte más, Hoseok- susurré y me encaminé saliendo rápidamente de la cocina y enseguida subiendo a empacar.

- No te vayas...- Susurró para él mismo.

Terminé de meter toda la ropa cuando Hoseok se posó en la puerta, cerré la mañeta y después lo mire. Realmente me sorprendió la forma en que se dejo ver frente a mí pues ni cuando me contó lo sucedido con WonHo se veía tan pésimo, nunca creí que llegaría a ver a Hoseok en un estado tan vulnerable.

Al grado de hacerme sentir terriblemente mal de verlo así.

- Hoy en la noche tengo que viajar a Dubai para terminar de arreglar unos trámites...- Comentó mirándome.

- Eso es bueno- Asentí.

- Volveré mañana para despedirte, ya sabes... Quiero verte una última vez- Susurró.

- Me parece perfecto, Hoseok.

La habitación quedó en silencio un par de minutos, bajé la maleta de la cama al piso miré a Hoseok cuando aclaro su voz.

- Pasado mañana es año nuevo...

- Lo sé, Hoseok.

- ¿Dónde te quedarás...?- Susurró.

- No lo sé, buscaré- Asentí.

- Tú...¿ Puedes quedarte aquí y pasar año nuevo aquí...? Después te vas- Susurró.

Lo pensé por un par de minutos.

- Está bien, Hoseok.

Sin más él salió de la habitación, sin decir palabra alguna. Me recoste unos segundos en la cama y sin notarlo me quedé dormido.

(...)

Di un ligero salto abriendo los ojos al escuchar a Dawoon llorar. Miré el reloj y marcaba las tres de la tarde, me incorporé yendo con ella mientras me tallaba la cara. La cargue y la llevé conmigo a la habitación, y una vez ahí vi una pequeña nota en la cama; la tomé leyéndola.

Hoseok avisaba haberse ido desde las dos de la tarde, pues así quizás volvería mañana por la mañana.

Y ahora viene la pregunta más importante de mi vida, ¿Realmente quiero alejarme de Hoseok?. 

¿Me compraste por placer? [J. H.]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora