La fragilidad de un pétalo marchito
y sus pestañas descoloridas
que no se cansan de navegar.
Una oda al viento y
su voz se va a otro lugar,
¿se encontrará?
Le diré un secreto amarillo
que se lamenta de azul.
La tarde fría que
se ve atrapada
en las cortinas.
Y ese sentimiento recurrente
que como marea retorna de las olas
a tocar sus dedos fríos.
Armonía en las almohadas
que le olvidan por las madrugadas,
un relámpago en sus corazones y
mentes como acordeones.
Pensamientos vienen
y van
Sentimientos caen
y se libera
el ave que tararea,
la nana abandona
la suavidad de un mundo silencioso
en una lágrima ajena.
