Capítulo 3

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Un dia con Simon Alvarez

Pov's Ámbar

Despertar a Simón de esa manera me llenó todo el cuerpo de adrenalina, aunque también me dió pena al verlo empapado, pues... parecía un niño pequeño.

Baje hacia la cocina y coloqué los vasos que faltaban, él bajaría en cualquier momento y quería que esa mini pelea de hace unos minutos desapareciera. Ahora conviviriamos juntos, por ende tendríamos que llevarnos bien, por el bien de todos y del hogar.

–¿Tú lo preparaste? –Ví como con una mirada desdeñosa miró el desayuno que yo había preparado. –¿No lo habras envenenado, no rubia?

Abrí mis ojos y lo miré indignada, si quiera matar a alguien no lo haría envenenandolo, soy demasiado inteligente para hacerlo así.

Y tampoco mataría a alguien como él...

¿Qué rayos estaba pensando?

Si bien él no me agradaba del todo por su engreída forma de ser, eso no significa que tenía que ignorar su buena apariencia... ni sus nalgas 7u7

–Claro que no. No soy una asesina serial que va de casa en casa matando a mexicanos castaños petulantes. –Tomé un trago de mi taza de café y lo miré por encima de estos. –Sólo bromeo...

–Lo sé. –Él se sentó a mi lado derecho, muy cerca de mí, y podía oler su dentífrico y su tan varonil perfume. –No te gustaria cargar con la muerte de este sexy y nalgón mexicano.

-No eres sexy. -Lo desafíe con la mirada y él levantó una ceja. -Ni nalgón. - Se río.

-Cambiaras de opinion, Smith, lo harás.

Decidí tomar mi desayuno tranquila y sin hablar con él, no quería discutir con él en estos momentos, no antes de mi tour por la ciudad. Pero él se empeño en entablar una conversación.

–...por eso le temo al agua. Pero veré la manera de vengarme de eso. –Mis alamas contra Simón se encendieron.

No habia prestado atencion a lo que me habia dicho primero, pero si a lo último.

–No te meteras con una indefensa chica.

–Tú no eres indefensa. Eres todo menos eso. –Carraspeó y metió un trozo de tostada a su boca.

–¡Hey! ¡Mi tostada! –Le reclamé.

–Tu hermosa cara inocente puede engañar a cualquiera, menos a mí. Ahora, apresúrate que tengo muchas cosas que hacer más tarde. –Ignoro lo que le dije.

Se levanto de su asiento y salió de la casa hacía la calle, dejándome confundida.

Me habia dicho hermosa, y no era eso lo que me habia sorprendido, aparte de que se atrevió a comer MI tostada, me sorprendió que el cumplido vino de él, de Simón Álvarez.

Me demore unos minutos en recoger la mesa y dejar todo limpio antes de salir de casa.

Definitivamente el clima hoy estaba mucho mejor que el anterior, con un cielo despejado y los rayos del sol cayendo sobre todo Boston.

Mire hacia el auto de Simón, tenía mucha personalidad al igual que el dueño, brillante por cualquier lado que lo mirara, imponente en la pista.

–¿No es hermoso? –Él se sento en el capó y me sonrió cruzando los brazos. –Tendrás el honor de subirte a este bebé.

–Si tú lo dices. –No deje que notara mi sorpresa y fascinación por su auto. No quería que alardeara de eso en camino al lugar al que íbamos, pero era difícil no hacer que mis ojos brillaran al ver ese auto deportivo.

Dulce Delirio - Simbar (AU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora