Que malo es que una pareja de casados, se divorcie. Pero es aún peor es que Micharol se divorcie después de diez años juntos.
Hay una niña de por medio.
Su hija.
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Karma Pov's Vuelvo a ver el gran marco de madera, lleno de fotos de mis amigos, de mis tíos, familiares que si son de sangre, mis padres.
- Porque toy' solito, no hay naiden aquí a mi lao', todos mis amigos de mi ya se han burlao' ¡Amigos debes tener!
Lleva una hora cantando. No quiero dejarlo pasar.
- Pobrecito, anda Karms, déjalo pasar, le va a dar hipotermia por tu culpa.
Me pongo un sueter hace mucho frío ya que se está acercando el invierno, bajo las escaleras, mamá entra a la cocina, bajo el árbol de la vecina de adelante esta el rubio cenizo, cantando a la ventana de mi vecina.
- Karms - habla a la ventana.
- Shhh, calma, estoy aquí, sigueme.
- Llévame - extiende sus brazos.
«Este cree que pesa un gramo ¿O que onda?».
Tiro de su mano, paso un brazo por su cadera, caminamos juntos a mi casa, dejaremos a los vecinos descansar, de seguro mi tía Cande escuchó el alboroto.
En la puerta, mamá lo cubre con una frazada, lo sentamos en el sillón, me hace entrega de una taza de café y un vaso con agua fría, primero el vaso se lo aviento a la cara para que despabile un poco, entorna los ojos ya más despierto y aún tomado, le doy la taza de café, sonríe y acaricia el cojín, le da un beso.
- Estas loco, acabate eso.
- Karma - mira el cojín - tengo sueño.
- Listo, se va a dormir a tu cuarto - mamá sonríe.
- ¡¿Estas loca?! ¿Que clase de madre eres? No una muy buena, parece que no conoces a los jóvenes de hoy, tienen las hormonas alborotadas ¡Viene borracho!
- Él no es así, y tu no permitirías que se pase de la raya, le pondré un colchón en el suelo, le das cobijas.
A los minutos, me dice que ya se puede ir a dormir, quito la taza de sus manos, la dejo en el lavabo, se está durmiendo en el sofá, tiro de su mano, subimos las escaleras, mamá ya ha de estar en un sueño profundo, lo hago sentarse en mi cama, le quito los zapatos y el cinturón, lo acuesto y lo tapo con la frazada, beso su mejilla, me quedo viéndolo, sentada en el colchón del suelo, sus pómulos brillan.
- ¿Quien te dejó así?
- Fede, me emborrachó.
- Fede está loco duermete.
- Ño - frunce los labios.
- ¿No? ¿Y eso?
- Ño hasta que me des un beso - hace una voz de chipilón.
- Tas' todo loco.
- No me haz dado mi beso - toma mi mano.
«Como si te fueras a arrepentir ¡Daselo!».
Rápidamente pego mis labios a los suyos, me separo, entorna los ojos.
- Pensé que me lo darías en la mejilla.
- Duermete.
Me tiro, quedo acostada, tapo mi cuerpo de pies a cabeza con la frazada, suspiro, su mano toca mi cabeza.
- Hey, hija de micharol, te quiero.
- Yo también, niño.
Yo también.
Ahora que me doy cuenta, le dí mi primer beso a mi amigo borracho, no sólo era el primero mío, también el de él.
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- Karma, Karma ¿Que hago en tu casa? ¿Porque me duele la cabeza?
- Supuse que te olvidarías, mamá te dejó unas pastillas en la encimera.
Se sirve un vaso de agua, de un tiron se toma la pastilla, se siente conmigo en el sofá.
- Es un asco mi ropa.
- Damela para ponerla a lavar, te voy a dar algo de lo que papá haya dejado.
Ahí mismo se quita la camisa, no es que nunca lo haya visto así, entorno los ojos ¡Tiene un tatuaje!
- E-esdra - señalo su cadera.
- ¡Ijole! ¡Maldito Federico! Mis papás me van a matar si se enteran de esto - da vueltas por la Sala - ¿Que voy a hacer?
Lo tomo por los hombros, centra sus ojos en mí.
- Tranquilizate, luego nos agarramos a zapes a Fede, ahorita es ocuparnos de tu caso, te puedo dar algo del maquillaje de mi mamá, cada mañana, te lo vas a cubrir, tienes que procurar usar camisa siempre ¿O quieres quitartelo con rayo láser?
- El maquillaje esta bien.
Le robo algo del maquillaje a mamá, yo no uso el que me regalaron, por eso ella lo tiene, rápido le explico que se va a poner y todo, le doy una camisa de papá, le queda muy grande, sonríe.
- Gracias, Karms, sigo sin saber cómo llegue a parar aquí, pero gracias.
- Ven para acá que te voy a contar.
Lo encamino a la cocina, se sienta en los taburetes de la barra, de una alacena bajo el cereal, mientras tanto le voy contando, del refrigerador saco la leche, en la barra dejo un par de platos y un par de cucharas, sirvo todo, le hago entrega de su plato. Omito la parte del "Te quiero" Y el beso nada más.
- ¿En serio? Vaya, no recuerdo nada de anoche.
- Tranquilo, papá ha llegado unas veces aquí haciendo eso, se ponía a cantar en el patio, no en el de la vecina como tú, sino en el de mi tío Rugge, él nos lo traía para acá.
- Tu papá es un caso.
- ¡¿Que onda?! - el susodicho entra a la cocina, se queda parado - ¿Esa es mi camisa? Nah - me quita mi cereal -, hija, saldremos, quiero que te alistes, ¡Un viaje familiar!
- Será mejor que me vaya yendo, gracias por el desayuno Karma.
- Familiar dije - papá lo jala - tengo el permiso de tus padres para salir, siendo yo el padre de tu... Ni se que son, pero tienes que venir.
- ¿Y a donde iremos?
- Eso es lo genial ¡A Bariloche!
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Nos muestra cuatro bicicletas de ciclismo.
- ¿Y el auto? - mamá entorna los ojos.
- Nada de auto, en bicicleta hasta Bariloche.
- Señor Ronda ¿Seguro...?
- Vale pues, que era broma, el auto esta por allá.
Subimos al auto, en lo que ellos acomodan todo en la cajuela. Enciende el auto, se pone los lentes.