09. Fue divertido.

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Michael Pov's
Enciendo el televisor, por la puerta pasa la pequeña mexicana, sonríe y se dirije a la cocina, abre el refrigerador. Jorge sale de su cuarto, cambia el canal a uno de deportes.

- ¿Que onda, Karol? - saluda el chileno.

- Muy bien, venía por comida, nos vemos un día, Jorge, que no se te olvide que pasado mañana hay sesión con Anita.

- ¡Hey! - me levanto - ¿Y yo? ¿No me saludaras?

- Perdón amiguito - se acerca - tu novia no me deja hablarte.

- Pe-pero eres la madre mi hija.

- Eso a ella no le importa, Karma esta en casa de Valu, vas a recogerla en la tarde, no podré porque tengo una entrevista.

- ¡Karol! ¡Traeme frituras! - grita Jorge.

- Ven que te llevo - muestra sus llaves - nos vemos, Michael.

Salen ambos de la casa, a mi celular llega un mensaje que ni me tomó el tiempo de leer ¿Como que Fernanda no la deja hablarme? No tiene derecho, de por sí, Karol y Karma son más importantes que ella en mi vida.

Capaz solo Karol este exagerando.

[...]

Después de dar unos golpes a la puerta, esta se abre y me deja ver a una rubia con una maraña en el cabello, me río en su cara, solo atina a poner mala cara para dejarme pasar.

- ¿Que hacés acá?

- Vengo por mi hija, Valentina. Tiene que ir a la secundaria.

- ¡Karma! - grita - ¡Llego el baboso!

¿El que?

- ¡Vooooy!

- Enseguida viene, siéntate. Ya vuelvo.

Me tiro en el sofá, revisó mis redes sociales, por las escaleras bajan mi hermosa hija y Valu, beso su frente, nos despedimos de ella.

En el auto, Karma va en total silencio. Algo sumamente raro en ella, es demasiado hiperactiva como su madre.

- ¿Que ha pasado en la escuela? ¿Algo nuevo?

- Me encontré a Leandro Pasquarelli, no se si se mudará para acá o algo, tuvimos un día deportivo, en clase de historia platicamos sobre el descubrimiento de América.

Karma Pov's

- Si que me he perdido cosas - estaciona frente al edificio - te veo a la salida, te quiero, Karms.

[...]

- ¡¿Tenía que ser hoy?! - corremos los cuatro debajo de un árbol.

Esdra se recarga en el tronco riéndose, mientras que los mellizos tratan de quitarse la suciedad, son demasiado pulcros. Nos sentamos en el césped, en espera de que cese la lluvia.

Hago una mueca viendo mis Vans llenas de lodo, a penas los lave ayer.

- Carlos, damé tu chamarra.

- ¿Chamarra? - pregunta confuso.

- Tú campera - se la quita y me la pasa.

Con ella nos tapamos Charlie y yo, es algo grande, ya que su hermano es alto, con espalda ancha, lo cuál es sorprendente, ya que mi tío Rugge es muy delgado.

- Tenemos que irnos yá - murmura Carlos.

- ¿Porque? - Esdra se acomoda mejor.

- Un paparazzi nos está viendo, puede crear una mala imagen de nuestros padres, como que el porque estamos en un parque solos bajo la lluvia.

Devolvemos la chamarra a Carlos, mala idea la de no traer mi sudadera roja hoy, Esdra de su mochila saca un suéter delgado, me pasa su chamarra.

- ¿Que pasa?

- Ten para que no te enfermes, tu gorro sirve un poco con el frío - lo acomoda - yo me llevaré ésto.

- Karms, Esdra, ya vámonos, que nos están fotografiando

- Toma mi gorro - se lo colocó en la cabeza, tapando sus ojos.

- ¡Pero yá! - grita Charlie.

De mi mochila saco mi celular, en mi lista de contactos buscó a mi mamá, papá no puede ya que tiene una cita con Fernanda.

A los tres tonos contesta la llamada, su voz es arrastrada y ronca.

- ¿Si? - pregunta adormilada.

- Ma' soy Karma ¿No puedes venir por nosotros? Un paparazzi nos está siguiendo.

- Mandaré a Rugge para allá, mandalé la dirección.

- Vale, entraremos a una tienda de por aquí, vengo con los mellizos y Esdra.

- Dale pues, nos vemos al rato.

Corta la llamada, mandó la dirección a mi tío, entramos a un local, es una cafetería, muy chica, demasiado, esta casí sola, de no ser por dos muchachas que están ahí y los empleados.

Nos quedamos sentados en dos sofás individuales que están de cara a la ventana, los mellizos se sientan en uno, Charlie sentada encima de su hermano, este gruñe enojado por algo.

- Ni modo - se burla la italiana.

- Maldita - murmura.

- Epa, epa, tía Karol dijo que no le gusta que digas malas palabras.

- Pues tía Karol, no se entera y yá.

Esdra se sienta en el posabrazos del sofá, dejándome el asiento a mí, sonrió agradecida, me acomodó de lado, dejando mis piernas colgando y mi cabeza apoyada en los muslos de el rubio.

- Es acogedor el lugar.

- ¿Quien vendrá por nosotros? - interrumpe el italiano.

- Tu papá, ya ha de estar por llegar - respondo a su pregunta.

Un claxon hace que Charlie salga disparada al auto negro de mi tío, su hermano la sigue por detrás, en cambio, nosotros dos nos tomamos el tiempo de recoger bien nuestras cosas.

- Fue divertido - sonríe.

- Si que lo fue, pero bueno, no todo es para siempre, vamos - cuelgo mi mochila en mi hombro.

- Karma ¿Tu padre me odia?

- Odia a todos mis amigos hombres, no eres un caso especial, no te preocupes, le tiene más miedo a Jacob que a tí.

- ¿Jacob? ¿Porque? - nos subimos en la cabina trasera - no encuentro un motivo por el cuál tenga que celarte con él.

- Nos conocemos de años, creé que puede haber algo, soy demasiado chica para una relación - me río.

- Charlie también - avisa mi tío - dime Karma, como le va a tu padre con su novia.

- Creo que bien, casí no habla del tema.

- Yo que pensaba que la única mujer que podría entrar en su vida amorosa de nuevo, era tu madre, ya veo que hay más pájaros en el nido.

- Pa' mañana iré a casa de mi tío Lío, me invito a jugar fútbol - Carlos.

- Esta bién.

Vaya día.

Daughter of Micharol Donde viven las historias. Descúbrelo ahora