Prólogo.

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Karma
Mamá se pasea por toda la casa, buscando un no-se-que. Por la puerta aparece mi tío Lío comiendo frituras, se sienta a mi lado.

- ¿Que le pasa a Karol?

- No sé - me encojo de hombros.

- ¡Karola! ¡Me mareas!

- Lionel Ferro ¿No tenías una cena hoy con Amira? - lleva sus manos a sus caderas.

- Ni me acordaba, nos vemos.

Corre apresuradamente a la salida, en éso, mi papá se asoma sonriente, solo que esa sonrisa se esfuma al ver a mi mamá tan arreglada.

Da un beso en mi frente, se dirige a la cocina por algo.

- Karol ¿Desde cuando no vas al supermercado?

- Vamos este finde, Mike, necesito que cuides a Karma hoy, saldré.

- ¡Si! ¡Quiero ver a mi tío Jorge!

- Esta bién, Karms, ve por ropa y todo lo que lleves que hoy habrá noche de mis logros.

Subo corriendo a mi habitación, una pared esta llena de fotografías de cuando mis padres estaban casados, yo entiendo todo, su relación no funcionó muy bién, llegaron al acuerdo a que serían amigos. Papá se la pasa más aquí que en su propia casa, vive con mi tío Jorge.

- Nos vemos cariño - mamá besa mi mejilla.

- ¿A dónde tan arreglada?

- Tengo una junta para una película, tú tranquila, yo nerviosa. Mike te va a cuidar, si te hace algo, te doy permiso de regañarlo.

- Esta bién, pero dile que me deje ir con mi tía Valentina al set.

- Le diré, no te preocupes.

En lo que mamá me pasa mi ropa, yo la voy guardando, el timbre suena, creo que se quién es.

- ¡Voy! - bajo corriendo.

Veo como papá abre, su entrecejo se frunce mirando a Jacob Vega, mi vecino, a papá no le agrada demasiado.

- Mocoso.

- Señor Ronda, un gusto volver a verlo.

- Patrañas, a ti lo que te gusta es ver a mi hija y déjame decirte...

- ¡Papá! Yo me encargó, tu vete con mamá, no te necesito aquí.

Lo empujó con todas mis fuerzas a las escaleras, tuve que salir con la estatura de mamá.

- Te vigiló, niño.

- No le hagas casó, esta loco.

- ¿Salimos? Carlos y Charlotte ya me confirmaron una salida al parque.

Carlos y Charlotte, los mellizos de mi tío italiano, Ruggero, junto con mi tía Candelaria, son un año mayor.

- No creó poder, me toca irme con papá y no le caes, todo un embrollo.

- Entiendo, saludame a tu mamá.

- Lo haré.

[...]

Papá enciende la radio, justo en el canal de Radio Disney, con sus dedos tamborilea el volante, pasamos frente a una cafetería.

- ¿Vamos por algo?

- Sí.

De la parte trasera, me pasa una gorra con unos lentes oscuros, bajamos al mismo tiempo del auto, toma mi mano, sin que él se de cuenta - o eso es lo que creó - miro hacía ambos lados al cruzar.

Da una apretón a mi mano, buscó con la mirada un paparazzi, no veo ninguno.

- Te ví, renacuajo, se que miraste a ambos lados.

- Lo siento, pero es por nuestro bién.

Un señor con una cámara se levanta, papá me cubre con su cuerpo, me abre la puerta rápidamente.

- ¡Señor Ronda! ¡Una foto!

- Eh, eh, no gracias. Con permiso.

Nos acercamos a la barra, pide un café, un chocolate caliente y rebanadas de pie de limón. Más gente se agrupa en la entrada, unos de seguridad retienen a las personas.

Papá se agacha a mi altura, baja más la gorra, pone por encima de ella la capucha de mi sudadera.

- No me vayas a soltar, y si llega a ocurrir, corre al auto, te escondes detrás de él.

- Me subiré a tu espalda mejor.

Su mano se aferra a la mía, me pone por delante de él, muchas de las chicas a mi alrededor me jalonean, tiran de la ropa de mi padre, alguien le arrebata la gorra de la cabeza.

Los de seguridad apartan a como pueden a todos de nosotros, en el auto, los paparazzis nos esperan. Papá abre la puerta del piloto, por esa entró y me pasó al asiento del copiloto, arranca hacía su casa.

- Lo lamento.

- No te preocupes pa', no es tu culpa.

- Te quiero, Karms.

- Yo a tí y a mamá.

Daughter of Micharol Donde viven las historias. Descúbrelo ahora