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Jimin se quedó inmóvil en cuanto sus ojos enfocaron una moto negra al frente de su casa. Aunque sus pensamientos sobre de quién era el transporte fueron acertados al ver a Jungkook caminar hasta ella.

— Espera, no iremos en eso ¿verdad?
—preguntó asustado.

El pelinegro volteó a mirarle, está vez ya tenía dos cascos en sus manos, uno blanco y el otro negro.

— Sí, ¿porqué? —le miró confundido y le tendió el casco blanco a Jimin pero este retrocedió.

— No voy a subir a esa cosa, Jungkook —se negó.

— ¿Qué, porqué no? —preguntó el pelinegro con el ceño fruncido.

Jimin tragó saliva observando la moto con miedo, porque efectivamente eso tenía, miedo. Pues desde niño había desarrollado un miedo hacia las motos cuando un día se subió a una sin permiso y poco después se cayó, golpeándose fuertemente la cabeza lo que provocó que sangrara y tuvieran que llevarle al hospital urgentemente. Si, no muy linda experiencia para un niño de ocho años y menos un agradable recuerdo para él ahora.

— Me dan miedo —confesó sin rodeos.

Jungkook parpadeó, sorprendido.

— ¿Enserio?

— Sí, no me gustan —hizo una mueca— ¿No podemos ir en taxi o algo?

— Jimin, no puedo dejar mi moto aquí. Tenemos que ir en ella —explicó pacientemente.

— ¿Tenemos? —rió— No, no. Yo tomaré un taxi, ya te dije que no subiré a esa cosa.

— ¡Jimin! —se quejó el menor.

— ¡Jungkook! —insistió el mayor.

Se miraron fijamente, esperando a que el otro cediera pero ninguno lo iba a hacer.

— Ahg, déjate de tonterías y sube.
—dijo finalmente el pelinegro fastidiado.

— No lo haré —negó cruzándose de brazos y apartando su rostro.

Jungkook suspiró pesadamente y se obligó a mantener la calma. Debía de ser compresivo con Jimin, él tenía miedo y debía de demostrarle que podía confiar en él.

— Mira... —comenzó— No es la gran cosa, ¿sabes? Llevo conduciendo desde hace dos años, ya tengo cierta experiencia en manejarla, no nos pasará nada. Además, es divertido si te lo propones ya que tienes una mejor visión de tu alrededor. Y si de verdad te asusta mucho puedes abrazarme más fuerte si es necesario, todo saldrá bien sólo... confía en mí.

Jungkook le dedicó una cálida mirada a Jimin junto a una linda sonrisa.
Este último, sintió algo removerse en su interior ante las palabras del chico y lo pensó unos segundos hasta que finalmente se dejó influenciar y respondió.

— Está bien —aceptó suspirando.

Jungkook sonrió mientras decía "¡yes!" silenciosamente formando un puño con su mano y a continuación le entregó el casco color blanco a Jimin.
Este lo tomó con cuidado y se lo colocó con dificultad, fallando al intentar abrocharlo.

El más alto terminaba de colocar el suyo cuando observó el cómo Jimin luchaba contra el suyo. Rió y se acercó a él.

— Déjame ayudarte —murmuró tomando sus cuerdas.

El pelinaranja se dejó hacer soltando un suspiro cansando pero luego sintió su respiración detenerse al notar la cercanía repentina de Jeon hacia su persona. Por la mierda, estaba muy cerca. No detuvo a sus ojos de mirar cada parte del rostro del pelinegro al frente suyo, comprobando que era prácticamente perfecto, madre mía.

Math ✿ kookmin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora