♡ escrito con la canción lost on you, de lp.
—¿sabes? a veces, creo que sigo muerto.
respirar se hace cuesta arriba con cada segundo que pasa, y entonces la manilla del reloj no deja de aminorar la velocidad cada vez más, cada vez más, hasta que los minutos duran horas, o al revés.
sentado en su propia cama, como si no tuviera nada más que hacer con su vida que esperar a los demás, de golpe es imposible no imaginarse qué estarán hablando su amigo y jaemin, el chico para el que ha puesto todos sus esfuerzos en olvidar durante mucho más tiempo del que duele decir.
renjun debería estar tan enfadado, porque a pesar de que entiende que a veces las cosas, simplemente, no pueden ser al gusto de todos, todos estos años de negación se han esfumado, y está como al principio, solo y asustado, y esperando a que alguien, quien sea, venga y le diga que todo está bien, que todo se arreglará. sabe que, muy en el fondo, espera que sea jaemin.
y no puede ser, no puede porque sería como volver a caer al mismo abismo habiéndolo visto de lejos, él es listo, ahora tiene que serlo.
—todavía sigo siendo yo, ¿no?
«olvídalo» de acuerdo, ¿y cómo hacerlo? si lo hubiera sabido tiempo atrás, tal vez las cosas serían más fáciles ahora. «supéralo» ojalá con solo desearlo pudiera hacerse realidad.
renjun y jaemin se distanciaron por alguna razón que todavía escuece. por una vez, agradece seguir estando herido, y poder sentirse resentido, y poder frenar su impulso de correr hasta estar frente a las puertas acristaladas de esa pastelería y lamentarlo demasiado tarde.
da algunas vueltas por la casa, que se hace más pequeña progresivamente, conoce cada uno de los rincones, cada uno de los olores, de los colores, cada una de las memorias. parece como si todo se hubiera puesto de acuerdo para mostrarle esas cosas que ya no quiere ver, las palabras todavía resonando en su oído, el aliento todavía chocando contra su ansiedad. empequeñece sobre él, las paredes se cierran en un grave cuadro que lo sitúa al centro, como una diana andante, como el pichón al que todos los cazadores apuntan.
la noche cae, las estrellas brillan blancas y felices por su propio regreso, y se cantan a sí mismas, y se regodean en su propia luz. la luna, en cambio, menguante, observa aislada, callada y serena como el agua, de vez en cuando puede escucharla cantar una serenata al amor perdido, o al tiempo desperdiciado. en su extraña mente, renjun se ve como la luna que necesita de otros para brillar.
diría que jaemin es las estrellas, pero ese tiempo de adorar absolutamente todo lo que tuviera que ver con el amor de su vida ya pasó, ya se hizo marchito. ¿o fueron ellos los que marchitaron? quien sabe.
es al día siguiente, mientras sonríe hacia el último cliente de la mañana y camina a la puerta para cerrar con llave y dirigirse al departamento del local a sacar su comida, que se olvida durante algunos minutos de qué es eso que se está devorando su cabeza.
—no puedes. márchate. todavía sigue doliendo.
demasiado tarde para llorar, demasiado pronto para echarse atrás. renjun está en ese punto intermedio en el que las luces ciegan y la oscuridad filtra, no puede ver pero sigue tratando de abrir sus ojos.
la incomprensión, la culpabilidad; el asco vuelve.
él sabe que la evasión es para los necios, así que, en todo caso, ambos han sido, son y serán. juntos, como una unidad, jaemin y renjun no funcionan.
así que, ¿por qué tampoco separados?
—dilo. vamos, dilo. quiero escucharlo de tu boca.
chenle continúa desaparecido, como si hubiese sido borrado del mapa. el día anterior debió encontrarse con jaemin, ¿es que su charla se volvió tan importante como para no dejarla nunca? mierda, ya lo imaginó. imaginó que alguna vez tendría que enterarse, pero no así.
la vida se entierra bajo las apariencias, y nunca nada de lo que parece ser, es. renjun conoce eso por experiencia, lo pone en práctica, porque de esa forma es más fácil.
para el menor, las cosas fueron un «si no lo miro, no es real». para él, en cambio, la crudeza jamás se volvió clemente. se obligó a mirar. a mirarse a sí mismo, siempre, hecho las mismas trizas, pero con el espejo cada vez más roto.
—¿por qué no puedes decirlo? no se supone que deberías ser tú el terminal entre nosotros dos.
lo único en lo que no quiere pensar es en el «te echo de menos». lo quiere, de verdad que sí. pero no puede.
──────•❥❥❥•──────
Me está costando un poco centrarme en describir bien los sentimientos. No olvidemos que soy una dramas, todo lo que hago TIENE que ser un drama. Problemas del primer mundo, jé. Además, estoy escribiendo esto en la noche del miércoles puente, mañana me iré a las pistas de snow porque ya estamos en temporada. ♥♥ ah, adoro el snow. He terminado el primer trimestre del curso, y bachiller está siendo mucho más ajetreado de lo que esperaba (contando con que mi profesora de catalán siempre tiene una exposición que quiere que le hagamos, fuck it).
En fin, que ahí vamos. ♥
𝖇𝖔𝖔
ESTÁS LEYENDO
𝑘𝑒𝑛𝑜𝑝𝑠𝑖𝑎 🌰 [𝓳𝓪𝓮𝓳𝓾𝓷]
Fanfiction悲しい → triste y perdido, renjun es un libro sin portada. 🍁 ❥ capítulos cortos, ❥ minúscula intencional, ❥ [01/12/18].