𝑘𝑒𝑛𝑜𝑝𝑠𝑖𝑎 🌰 [𝓳𝓪𝓮𝓳𝓾𝓷]

𝑐𝑢𝑎𝑡𝑟𝑜

♡ escrito con la canción i want to break free, de queen.

cuando jaemin entra por la puerta y la pequeña campanita suena, chenle ya está allí sentado, esperando. ambos miran a su alrededor y descubren que, ese día, dream ct está mucho más tranquila de lo que acostumbra. es tan propicio, tal vez sea el destino. 

camina a pasos aletargados, tratando de armarse de valor para no simplemente suplicar «dime que está bien, por favor». el menor parece realmente calmado, pasando los dedos alrededor de su café solo mientras intenta olvidar la canción que lleva cantando todo el día. Afuera, el tiempo no auspicia sol. 

—no pensé que vendrías tan pronto —se disculpa de manera indirecta, sentándose frente a él. 

ya hay una diminuta taza posada allí, humeante. 

—no te preocupes. he pedido por ambos. no recuerdo qué preferías beber, así que solo pedí uno como el mío. espero que no te moleste. 

jaemin niega en silencio, secretamente olisqueando antes de probar con los labios. la bebida sigue caliente, así que no hace mucho que la trajeron. 

—me contaron que el café de aquí era de muy buena calidad. espero que no me decepcione. y tú, ¿cómo has estado, entonces?

chenle sonríe un poco. admite que el mayor y él jamás se llevaron demasiado mal; es más, pudieron haber sido algo cercanos durante la temporada en la que na estuvo saliendo con huang después de conocer al segundo en su primer día trabajo. qué tiempos, vaya. 

—bien, bien. no podría quejarme. no han sido unos malos años. pero no hablemos sobre mí, fuiste tú el que quiso quedar, en primer lugar. vamos, cuéntame. 

jaemin eleva una de sus cejas.

—diablos, está bien. ¿recuerdas lo del viaje a bangkok? al final estuve allí durante seis meses. no podrías imaginar la diferencia que hay entre allí y aquí. 

la conversación vuela entre ambos durante mucho más de un par de minutos, hay tantas cosas de las que hablar, tantos temas que tocar. la olvidada amistad vuelve a florecer mientras se quedan en las antiguas canciones, en las antiguas anécdotas. 

el cielo comienza a oscurecerse para cuando los dos se dan cuenta de que no pueden seguir alargando lo inalargable. 

—le dije a renjun que me vería contigo hoy. 

jaemin se muerde la piel del interior de la lengua, preocupado y ansioso, y mil cosas más que hacen que le falte la respiración. 

—¿y?

—estuvo de acuerdo en que sería bueno si pudiera reencontrarme con un viejo conocido. 

puede sentir su corazón rasgando su fina piel, desbocado, como si no pudiese parar de correr hacia, bueno, hacia ningún sitio.