𝑘𝑒𝑛𝑜𝑝𝑠𝑖𝑎 🌰 [𝓳𝓪𝓮𝓳𝓾𝓷]

𝑠𝑖𝑒𝑡𝑒

♡ escrito con la canción back to you, de taemin. 

después de tres semanas de encuentros a escondidas, al mayor cada vez le cuesta más esconder que de nuevo tiene ganas de comerse el mundo. 

—me tienes sorprendido, huang renjun. no sabía que pudieras tocar tan bien el ukelele —jaemin habla, desde la otra punta de la habitación. 

—he tenido muchos hobbies distintos. esto es lo más normal hasta ahora, y doy fe —es su respuesta, que más que de sentimentalismo, va cargada de inocencia. 

claro, ha tenido mucho tiempo libre para probar cosas nuevas. muchas veces sigue deseando ser capaz de evitar el motivo; todavía sigue sin poder. renjun sospecha que nunca podrá olvidar por completo el miedo, incluso si lo intenta, incluso si lo hace con todas sus fuerzas. se ha estancado en el mismo sitio, girando en círculos interminables, en bucles eternos, solo porque es un humano, y los humanos están destinados a sufrir. ¿o no fue algo así lo que le dijo a jaemin?

convivir con el sufrimiento, esa está resultando ser la solución. 

—¿ah, sí? me gustaría ver eso. 

—no puedes. 

—¿y eso por qué? —inquiere, siguiéndole el juego. 

renjun se incorpora en la silla, que gira un poco con el movimiento. jaemin está tumbado en la cama, con la persiana medio bajada y el cabello desordenado irrumpiendo en su visión. demonios, si él pudiera dejar de pensar en lo atractivo que es, entonces estaría muy agradecido. 

—porque solo la gente de extrema confianza puede verme haciendo más el tonto de lo normal. 

el menor ladea la cabeza, captando el desafío oculto tras las palabras. sí, de vez en cuándo ha de descodificar los mensajes que renjun le envía, incluso si ha perdido práctica sigue siendo capaz de entender. 

—¿no soy de tu extrema confianza, jun? estoy seguro de que tengo un hueco allí. y bien grande. 

—¿cómo puedes estar tan seguro?

la respuesta no es para menos, fuera de toda sorpresa y confusión. bueno, ambos ya la conocen. sin embargo, decirla es mucho más complicado de lo que parece. 

—porque todavía me amas. ¿crees que yo no a ti?

renjun cruza ambos brazos en una mueca de instintiva protección, porque lo único que ahora no podría soportar es que jaemin volviera a fallar, a dejar que se caigan. lo quiere, quiere llegar a la cima, pero le dan miedo las alturas.

—no lo sé. ¿me amas?

el más alto está dispuesto a levantarse y acercarse porque, ¿qué más tiene que perder?

—te amo. por eso no puedo permitir que pienses que no eres capaz de ser feliz. 

[...]

chenle es como su hermano. cuando él y renjun se conocieron, las cosas ya habían empezado a ceder. la muralla era más gruesa, más alta, más impenetrable. por ese entonces, chenle fue el único. 

el único al que dejó que escuchara, el único al que dejó entrar, el único al que nunca denegó el paso. mientras su vida terminaba por acabar, la relación con jaemin no hacía otra cosa más que deteriorarse. primero perdieron la intimidad, que afectó en su forma de coexistir. luego, fue la confianza; para cuando quiso darse cuenta, renjun ya estaba huyendo de los demás. el menor trató de evitarlo, de verdad que sí, pero entonces, cuando estaba por estallar, renjun se acercó a él y le dijo que ese era el fin, y que no podían seguir funcionando juntos porque ambos se habían fallado. 

soltar algo que no quieres dejar ir debió ser lo más doloroso de su vida. al menos para jaemin, aceptar que el destino los llevaba por caminos distintos fue mucho más difícil que ponerlo en práctica. constantemente esperando por una llamada, por una oportunidad para disculparse. sin darse cuenta de que ahí, simplemente, se había acabado todo. 

para renjun, el concepto más complicado fue la transición. sumido en una oscuridad que impedía ver hacia arriba, al chico, simplemente, nadie pudo comprenderlo. nadie fue en su búsqueda y le preguntó si le dolía algo, nadie aprovechó para hacerle ver que siempre existen las soluciones. el mundo, en su gran completo, decidió que lo mejor era esperar y mirar, esperar y mirar, a ver qué sucede. y evitarlo a toda costa, como si fuera mala hierba. 

los sentimientos de renjun también se dejaron crecer, como la mala hierba. 

por eso chenle es tan importante, porque fue el único que no necesitó preguntas para comprender que necesitaba ayuda. aún hoy, años después, él sigue sintiendo que le debe algo. le debe algo, y sabe que es verse feliz. 

—entraré a dream ct a comprar algo mientras esperamos. ¿te cojo algo?, ¿el mismo pastel de siempre? espérame aquí —anuncia el menor de un tirón, siquiera parándose a observar el rostro de su amigo. 

la impotencia corre por sus venas, las hace más vivas. después de todo, renjun todavía sigue vivo. todavía sigue allí. todavía puede cambiar las cosas.

—no. esta vez no, chenle. yo entraré a la pastelería. deja que sea yo.

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Tengo mucho sueño y una exposición importante mañana a primera hora: define peligro. ♥

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