♡ escrito con la canción lost on you, de lp (otra vez, oye, qué se le va a hacer).
jaemin camina con ambas manos metidas en los bolsillos. la oscuridad es fría, encierra la noche el vaho de sus bocas, paseando por ese puente largo y estrecho, en el que ya no hay nadie más.
la figura delgada y pequeña, lejana, le advierte que el chico sigue ahí, esperando. él quiere poder abrazarlo hasta que ya no exista nada más a su alrededor. no puede, así que simplemente se para a su lado.
—pensé que ya te habrías ido —simplemente dice —. dijiste que lo harías.
el reloj marca que jaemin ha llegado con cinco minutos de retraso, así que renjun ya debería haberse marchado. en cambio, sigue ahí, apoyado en ambos brazos, mientras la escasa luz alumbra la curva de su nariz y sus pupilas se pierden. en cualquier sitio.
—no quería hacerlo. sabía que vendrías.
—¿lo sabías?
—claro que sí —contesta, dirigiendo su mirada hasta el rostro contrario, sumido en el pesaroso letargo, alejado de ese brillo que lo cegó la primera vez. qué infelices debieron ser sus vidas para seguir reviviendo las antiguas —. igual que tú.
jaemin se acerca entonces al otro, con la mueca hecha trizas. no hay forma de poder superar una cuesta tan alta.
—ven aquí —lo empuja hacia su propio pecho, el cuerpo sigue frío, pero encaja tan bien, demonios.
renjun siquiera trata de revolverse o conseguir de nuevo el espacio perdido, si no que acepta el abrazo porque, finalmente, es eso que jamás podría rechazar. incluso con los caminos separados, con el corazón hecho jirones, con la garganta cerrada y el estómago encogido, esa sigue siendo su mayor debilidad; que da demasiado, y recibe muy poco.
—¿qué nos pasó? —pregunta, la voz entrecortada, chocando constantemente contra el abrigo de jaemin.
él niega, callado. sin ganas de arruinar el momento, porque podría esfumarse como huye el ciervo del cazador, escaparse de entre sus dedos como arena de playa. todavía continúa pensando en renjun como una ilusión, como un hermoso sueño del que no quiere despertar. ¿se sentiría tan verdadero si fuera real? apoya el mentón en la cabeza contraria, deseando quedarse allí para siempre.
—no lo sé. no lo sé, pero no quiero recordarlo así.
durante algunos segundos, nada suena, y la noche parece haber acordado mantener su intimidad.
—no me odies por decírtelo —renjun cierra los ojos, aspirando el aroma, caminando por donde ya no puede retroceder, a sabiendas de que para jaemin ha pasado el mismo tiempo, de que, quizá, ya hay otra persona ocupando esa parte de su corazón. no puede saberlo, pero aún así, duele —pero te echo mucho de menos. después de todos estos años, sé que soy un estúpido por extrañarte.
—¿de qué hablas? nunca podrías ser estúpido. deberías odiarme.
él quiere reír y llorar al mismo tiempo, lo haría a la vez si no fuera porque no está listo para dejarse mostrar.
—no eres una mala persona, jaemin. supongo que —se encoje de hombros —eres humano. los humanos hacen las cosas mal muchas veces. yo también soy humano.
la mano del chico acaricia su mentón y lo levanta, con cuidado y delicadeza. renjun es sensible, es como vajilla de porcelana, lisa y blanca, siempre a punto de romperse.
—¿me estás perdonando? —pregunta, incapaz de creer.
las cejas del mayor, rectas.
—ya lo hice —afirma, con un tono suave —hace mucho tiempo.
[...]
caminando por esa zona que está siempre atestada de gente, ambos chicos se pierden entre la ancha calle y su vacío. seúl durante la madrugada no deja de ser una gran ciudad; bella pero desafinada, perdiendo continuamente las notas, es por eso que el silencio de la noche nunca está completamente en silencio. de lejos, el ruido de alguna rueda rodando sobre la grava, o el grito de algún joven saliendo de un bar.
renjun y jaemin caminan el uno junto al otro, evitando rozar sus manos, como si fueran radioactivas, pero completamente disfrutando de lo que la noche estrellada puede ofrecerles.
—todavía recuerdo aquellas navidades que pasamos en la pista, ¿sabes? —comenta el más alto.
renjun no responde durante un par de segundos.
—no hablemos sobre el pasado, ¿vale? tenemos muchas cosas para contarnos, podrías empezar por cualquier otro sitio. dime, algo sobre ti. lo que sea.
jaemin sonríe.
—ya me conoces. mucho mejor que yo mismo.
—no hablábamos desde hace seis años. ¿no has cambiado nada?
él niega, sabiendo qué significa eso. no se arrepiente, no obstante, de su contestación. ni su vida ni sus sentimientos han cambiado, ¿debería mentir?
—sigo siendo el mismo chico. solo que ahora me gustan incluso menos las nueces. punto para ti.
renjun se niega a pensar que esas puedan ser las palabras más amparadoras de la noche. significan «estoy aquí para ti, no importa el tiempo que pase, seguiré siendo yo», pero le da miedo comprobar qué pasa si las acepta.
—no puedo creerme eso, realmente sigues teniendo el peor gusto del mundo —reprocha, divertido.
ahí, en ese mismo instante, realmente parece como si jaemin y renjun nunca se hubiesen dejado marchar.
──────•❥❥❥•──────
Perdón a la gente a la que le gustan las nueces, a mí me encantan, jé. Como ya estamos en temporada, este fin de semana volví a las pistas de esquí, así que no tuve tiempo para escribir absolutamente nada, pero bueno ya he vuelto. Ilyyyyy. ♥
𝖇𝖔𝖔
ESTÁS LEYENDO
𝑘𝑒𝑛𝑜𝑝𝑠𝑖𝑎 🌰 [𝓳𝓪𝓮𝓳𝓾𝓷]
Fanfiction悲しい → triste y perdido, renjun es un libro sin portada. 🍁 ❥ capítulos cortos, ❥ minúscula intencional, ❥ [01/12/18].