EL FINAL DE NUESTRA HISTORIA Riza&Roy.

XII

Primero que nada quiero disculparme por mi exagerada ausencia, pero desde el mes de agosto encontré un trabajo de medio tiempo y me quedaba sin tiempo para escribir entre eso, la casa y la familia.
Pues agradezco los comentarios sobre la historia, votos y follows, (o como se diga).
Pues hoy es 4 de diciembre nosé cuanto me tomé escribir este capitulo, pero comenzaré ya !!! De ya !!!
Tratare  de contestar los comentarios en estos días.
Muchas Gracias a todos!!!!
😉😉😉😉

Los debiles rayos del amanecer entraron por la ventana de la habitación.
Las tiernas caricias sobre su piel hacían que se erizara y su corazón palpitara a míl por hora.
Desde hace treinta minutos estaba despierta pero tenía los ojos cerrados, haciéndose la dormida, solo disfrutando cada caricia que Roy le daba entre su cabello, sus mejillas, sus labios y parte de su pecho.
La respiración tranquila y pausada de Roy eran la mejor melodía para tranquilizar su alma y estar así de relajada, la piel de Roy seguía igual de calida como hace unas cuantas horas atrás pues era tanta la necesidad del uno del otro que realmente no pararon asta sacirse por completo y fue tan hermoso como terrible para ella pues no podía estar concentrada en su amado por estar en la misma posición toda la noche evitando que mirase la marca que tenía en la espalda.
A pesar ..... Todo .... Me siento tan feliz a su lado....
–te conozco tan bien....
   Que se ala perfección que desde hace un buen rato         te haces la dormida.
Roy  acariciaba suavemente el cabello de Riza, como si se tratase de algo tan frágil, muy a su pesar abrió los ojos y ahí seguía el con esos ojos tan oscuros como un azul de noche mirándola con tanto amor.
Alado suyo con una mano sujetando su cabeza, recostado de lado.
Roy la miró fijamente, estudiando la, analizándola.
  —Porque cortaste tu cabello?
Riza sabía que tenía que ser muy cuidadosa con su respuesta ya que a un no era tiempo adecuado para dar explicaciones de algún tipo y mucho menos estar mostrado lo que tenía en la espalda y no era que no confiara en Roy, si no que sabía ala perfección como reaccionaria
Abrió los ojos con tanto dolor pues abrir los significaba despertar de ese hermoso ensueño.
Lo miro directo a los ojos y con la más grande seriedad en su rostro y como si se tratase al mismo tiempo la cosa más insignificante dijo:
—es mucho más práctico así...
Roy la admiro seriamente con su cara de pokar.
—lo extrañare largo...— guardo silencio.
—pero también me gusta asi.
Se miraron a los ojos y con su mirada sabían que podían comunicarse más que con 1000 palabras .
El miel rojizo intenso se perdió entre el azul oscuro en uno solo y de nuevo todo se selló con un beso voraz.
(Si en estos momentos le tuviera que explicar Roy a Riza lo que siente en una canción yo elegiría esta, para el momento que se dé cuenta que Riza Hawkeye siempre será el amor de su vida.
Espero y les guste )

Para Roy el estar así con Riza era el paraiso, por una sola noche se olvidó de todo, de la promesa a Madame Christmas, la alquimia, sus deseos de entrar al ejercito, del respeto que le debía a su maestro Hawkeye, de el respeto que tenía que tomarle a ella,  totalmente de todo.
Realmente no planeo nada de lo que pasó la noche anterior pero no pudo resistir el llegar a ver a su chica, cada que flaquiba en el ejército ante cualquier ejercicio o prueba cuando ya no podía más recordaba la despedida que se había dado con Riza y que regresaría por ella para hacerla su esposa solo tenía que graduarse del ejército, con anillo y vestido le propondria matrimonio, tomaría el primer tren y estaría ala puerta de su casa, estaba totalmente enamorado de ella y ella era su perdicion.
Cuando recibió la llamada del Dr. Sáenz anuncindole todo lo que estaba pasando pidió permiso especial y tomó el tren y cuando llego ala estación corrió y corrió para verla solo por ella, tanto era su amor por ella que olvidó el verdadero motivo por el cual regreso y al llegar a casa solo llego directo al habitación de ella para amarla y por Dios, la alquimia o lo que fuera no resistió y la tuvo que hacer suya y por más egoísta que fuera si se moría en batalla sería el ser más feliz de mundo por aver vivido la experiencia más gloriosa de su vida.
Y la tenía así entre sus brazos haciéndola suya por quinta vez, besando cada rincón de su cuerpo, de su cuello, haciendo le el amor con su lengua en su boca, sentír la cálida piel de sus senos en su pecho, la sensación de estar entre sus piernas era tan mágica que nada lo superaria jamás.
Pero había algo que lo hacía sentir que algo no estaba bien con Riza, pues la sentía diferente, lo había notado al llegar su figura había cambiado demasiado, su cintura de había vuelto más esbelta y se sentía tan delgada y tan frágil, que en cualquier momento la romperia.
La tomo con mucho cuidado de la cabeza para profundizar el beso y podía sentir como ella se incomodaba,  después estaba el asunto del cabello, Riza amaba su cabello, fueron infinidades de veces que miraba como lo cuidaba, pero no debía de desconfiar de ella, tal vez era que realmente se había agotado de cuidar a alguien tan enfermo como lo era su padre o tal vez si la estaba haciendo sentir mal con lo que le estaba haciendo.
Puso su cara entre el cuello de Riza y de nuevo de sacio en el ella.