Living with a stranger || Sterek

Capítulo 30

Cinco días habían pasado desde que Stiles había decidido no intentar nada con Derek ya que después de todo él se iba a ir a quién sabe donde. Durante esos cinco días decidió limitar el contacto con él, no lo ignoró, pero no le propuso salir más y evitaba encuentros demasiado largos. También se enfocó en ayudar a Lydia y Allison con la fiesta que estaban preparando para Scott, pues ya faltaban pocos días para el cumpleaños de este. Y obviamente también continuó su investigación con Danny, de lo contrario este último perdería la cabeza y de seguro lo mataría. 

Stiles estaba llegando de un día normal de escuela, por algún motivo del cual no estaba seguro se encontraba bastante cansado, por lo cual caminó hasta sofá y se tiró sin más soltando un largo y pesado suspiro. Se había recostado ahí solo para descansar, pero la verdad estaba muy cómodo y no le importaría tomar una siesta en ese lugar, después de todo era su casa. 

—¿Te sientes bien? 

—¿Quién...? —Stiles le levantó y observó como Derek caminaba por el lugar con un tazón en sus manos hasta llega al sofá individual. —¿Qué haces aquí tan temprano? 

—No me sentía muy bien así que me dejaron ir. —Derek se encogió de hombros antes de agarrar la cuchara que tenía en el tazón y comenzar a comer el cereal. 

—Ya veo. —Stiles se sentó nuevamente en el sofá y se recostó en el mismo soltando otro suspiro. 

—No me respondiste ¿Estás bien? 

—Sí, sí, sólo un poco cansado. 

—Quizás evitarme tanto te cansa. 

—¿Qué? —Derek el respuesta levantó nuevamente los hombros para continuar con el cereal. —No te estoy evitando, Derek. 

—Sí lo haces. Pero está bien, no es tu obligación pasar tiempo conmigo... tú padre no puede obligarte a eso. 

—Nadie me estaba obligado a pasar tiempo contigo. 

—¿Entonces por qué has estado distante conmigo estos días? —Derek fijó la mirada en Stiles mientras esperaba por una respuesta de parte del castaño, pero el mismo no dijo una sola palabra. —Terminaré esto arriba. —Y sin más se levantó, comenzando a caminar hacia las escaleras. 

—Espera... —Mencionó con un fuerte tono de voz colocándose nuevamente de pie. —Sólo he estado ocupado, es todo. 

—Entiendo. —Respondió pero continuó con su camino, subió las escaleras y luego se pudo escuchar la puerta de su habitación. 

Stiles jamás pensó que Derek fuese a notar que él iba a mantener sus distancia con él, pero ¿Cómo no iba a darse cuenta? Stiles era la única persona con la que se había abierto en quién sabe cuanto tiempo, era la única persona con la que pasaba tiempo y Stiles había sido el único que lo había sacado de aquella soledad y aislamiento en la que estaba semanas atrás. 

*** 

Dos días más habían transcurrido. Ahora para Stiles no era tan difícil mantener distancia con Derek por el hecho de que el pelinegro lo estaba ayudando con ello, ya no le buscaba tema de conversación y al parecer ya no tenía ningún interés en salir con el castaño. 
Derek había vuelto a ser el de semanas atrás, nunca salía de su habitación, ni siquiera para comer.

Pero dos días fueron suficientes para que Stiles se diese cuenta de que no había sido su mejor idea. 

—Derek. —Lo llamó mientras le daba varios golpes a la puerta de su habitación. —Derek abre la puerta. 

—Está abierta, puedes pasar. 

Stiles giró el pomo de la puerta y se adentró de la habitación de Derek, quién estaba de pie junto a la ventana viendo hacia afuera. —¿Qué haces? 

—Pensando. 

—De seguro cosas muy profundas. Como sea, vine porque mañana es el cumpleaños de Scott y planeamos una fiesta para él y quería saber si querías ir. —Dijo el castaño con un ligero tono de emoción y una sonrisa en el rostro. 

—No. 

La sonrisa del rostro de Stiles desvaneció por completo. —¿Por qué no? 

Derek se dio la vuelta para ver a Stiles antes de responder. —No soy amigo de ese tal Scott, ni siquiera lo conozco, ni a ninguno de esa fiesta. 

—Me conoces a mi. 

—Pero...

—¿No soy suficiente? 

—No digas eso, es solamente...

—Discúlpame, es que lo hice parecer como que tienes opción... pero no es así. —Stiles dio un par de pasos para quedar justo frente a Derek mientras que la sonrisa de antes regresaba a su rostro. —Irás conmigo a esa fiesta. 

—No puedes obligarme. 

—No quiero que te quedes aquí encerrado como solías hacerlo antes. Y yo te acompañé a tu reunión, como pago debes acompañarme a la fiesta ¿Puedes hacer eso por mi? 

Derek pareció dudarlo, pero la carta que Stiles había empleado fue como un As que se sacó bajo la manga. —Está bien. Pero antes... —Repentinamente Derek tomó a Stiles y lo lanzó sobre su cama, para luego tomar una de las almohadas y comenzar a golpearlo con esta. —No me vas a obligar a ir a una fiesta y salir ileso de esto. 

—¡Oye! ¡Detente! ¡Derek! —Exclamó mientras cubría su rostro con las manos y dejaba escapar varias carcajadas.