Capítulo 9

4K 485 22
                                    

Esa noche Stiles se quedó a dormir en la casa de Scott, por más que no fuese a permitir que Derek se saliese con la suya y perjudicara a su padre, una parte de él le tenía miedo ¿Y cómo no? Era 4 casi 5 años mayor que él y era una persona corpulenta. 

Al día siguiente ambos despertaron y estuvieron toda la mañana jugando videojuegos, Stiles le contó a su mejor amigo todo lo que había pasado y que esa era la razón por la cual había querido quedarse en su casa. 

Luego de varias horas ambos se arreglaron y compraron varios dulces para luego dirigirse a la casa del lago de Lydia. 

—Bien, Scott... tienes que hacer un movimiento con Allison. 

—No lo sé, Stiles. Aún no estoy muy seguro. 

—Pero yo sí. ¿Que acaso no la pasaron muy bien cuando comieron juntos... y luego estando todo el día contigo? 

—Sí, pero....

—Además, cuando le propuse a Lydia comer con ella y le dije a Allison que comiera contigo aceptó enseguida. No lo dudó, en definitiva quería estar contigo, le gustas. 

—Está bien, está bien. —Aseguró fijando la mirada hacia al frente, pues él estaba conduciendo. 

—Perfecto. 

*** 

Finalmente los cuatro se encontraban sentados en el sillón, en el siguiente orden; Scott, Allison, Lydia y Stiles. La película ya estaba comenzando a ser reproducida y habían dos tazones de palomitas, uno para cada dos. 

Stiles no estaba seguro de cuanto tiempo había pasado, pero la película de seguro se encontraba a la mitad. Llevó su mirada hasta su mejor amigo y vio su cuerpo muy junto al de Allison, incluso se podría decir que se estaban abrazando. Rápidamente le envió un mensaje "INTENTA ALGO" y escuchó como lo recibía. 

—Lydia ¿Me acompañas a la cocina? Quiero buscar unos dulces. —Susurró hacia la pelirroja para poder dejar a Scott y Allison solos. 

—Claro. —Aceptó Lydia sin ningún problema. Ambos se levantaron y fueron hasta allá. —Entonces... ¿Que dulces vas a buscar? 

—¿Dulces? Oh sí... —Se acercó hasta una de las bolsas que él y Scott habían llevados y sacó un paquete de caramelos. —Estos. 

—¿Son muy ricos? —Preguntó con un ligero tono de ironía. 

—Vale, vale... sé que no eres estúpida, Lydia. Es más que obvio que a Scott le gusta Allison. 

—Y a Allison le gusta Scott. 

—¿Verdad que sí? Lo sabía. 

—Sí, me lo ha dicho, pero no quiere apresurar las cosas con él. Quiere estar segura. 

—Él igual. Lo cual es muy estúpido ya que es obvio que ambos se quieren. 

—A mi también me parece muy estúpido. A veces hay que intentar las cosas a ver si funcionan o no ¿No crees? 

Stiles guardó silencio unos cuantos segundos tras ese comentario. Supo que iba en doble sentido. —Sí, eso creo. —Respondió mientras entrecerraba sus ojos viendo los ajenos. Dio unos cuantos pasos para acercarse a la pelirroja, la cual no retrocedió. 

—Tú tampoco eres estúpido. 

Stiles solamente negó con la cabeza. Iba a averiguar de una vez por todas si Lydia le gustaba. O si le gustaban las chicas. Llevó sin dudarlo su mano derecha hasta la mejilla de Lydia, terminando por acercar sus labios hasta los de la pelirroja fundiendose en un beso. 

Lydia lo correspondió sin duda alguna, y ambos pares de labios comenzaron a moverse de forma un tanto sincronizada a la par que ambos giraban su cabeza en diferentes ángulos para que se adaptara mejor. El beso duró varios segundos hasta que el castaño decidió separarse, no solo su rostro sino que también retrocedió varios pasos. 

—Eso fue... 

—Lo siento. —Interrumpió el menor rápidamente. —Esto no va a funcionar. 

Sus dudas fueron resueltas en ese momento. Antes de besarla su corazón estaba palpitando un poco acelerado, pero en cuanto sus labios estuvieron juntos no sintió nada. No se emocionó ni sintió que había hecho algo que había estado esperando, en definitiva Lydia no le gustaba. 

—...extraño. —Terminó finalmente. —Estoy de acuerdo contigo. 

Stiles comenzó a caminar nuevamente hacia el living, pero se detuvo al notar como Scott estaba muy cerca de Allison... ellos ¡Se estaban besando! Retrocedió nuevamente hacia la cocina y casi salta de la emoción. 

—¡Se están besando! —Exclamó en un susurro. 

—Ya era hora. 




Living with a stranger || SterekDonde viven las historias. Descúbrelo ahora