Living with a stranger || Sterek

Capítulo 3

Luego de un normal y aburrido día de escuela los chicos finalmente habían salido de clase. Lydia y Allison se habían ido juntas mientras que Scott se iba con Stiles, este último al volante de su Jeep azul.

—¿Entonces que harás? —Pregunto Stiles hacia su mejor amigo.

—No lo sé... Allison ha estado muy linda y atenta últimamente pero no estoy seguro.

—Pero ella te gusta ¿No es así? —Recibió un asentimiento por parte del pelinegro. —Entonces simplemente tienes que invitarla a salir.

—¿Y si me estoy equivocando? ¿Y si son cosas mías? No quiero arruinarlo y que luego las cosas entre nosotros se vuelvan incómodas.

—No sé cuando aprenderás a tomar decisiones como un hombre.

—¿Que? —Preguntó un poco desconcertado. —¿Y que hay de ti? Tampoco tomas decisiones como hombre.

—Sí, pero yo soy un adolescente.

—Buen punto. —Dijo Scott dándole la razón, omitiendo por completo que él también lo era. Incluso menor que Stiles.

Finalmente Stiles dejó a Scott frente a su casa para luego conducir hasta la suya propia, estacionando el Jeep y bajando del mismo para luego entrar. Pasó rápidamente por la sala para luego ir hasta la cocina, abriendo rápidamente la nevera para sacar el cartón de la leche, dandole un gran sorbo para luego dejarla donde estaba, cerrandola para luego darse la vuelta, quedando un poco impresionado al notar a un pelinegro justo frente a él. 

—Uh... Hola. ¿Quién eres? —Preguntó Stiles un poco desconcertado, el chico no era ninguno de los oficiales, pues al ser el hijo del Sheriff los conocía a todos, a menos que fuese uno nuevo. 

—Tú debes ser el hijo del Sheriff. —Dijo el mayor mientras se acercaba un poco hasta el castaño, notando como él asentía levemente. —Dame tu teléfono. —Demandó con autoridad. 

—¿Qué? ¡No! ¿Quién eres? 

—¡Dame tu teléfono! —Exclamó con fuerza. 

—El teléfono es algo personal. Es una invasión a la privacidad que me pid...

Sin dejar que terminarse de hablar, Derek se abalanzó sobre el castaño, haciendo que su espalda chocase contra la puerta del refrigerador, escuchando un quejido de su parte. —¿Dónde lo tienes? —Preguntó y sin esperar comenzó a revisar su bolsillo. 

Tal acto no pudo ser realizado ya que el Sheriff estaba separando bruscamente a Derek de su hijo. —¡Derek! No me hagas arrepentirme de haberte traído. 

—¡¿Quién es él, papá?! 

—Calma, chico. 

—Yo no te pedí que me trajeras. 

—Aún así sabes lo que acordamos. Y debes acatar las órdenes si no quieres que te regrese. 

Flashback

Luego de haber esperado 2 horas en aquella celda Derek no sabia que iba a hacer o a quién iba a tener que pagar para poder salir de ahí ¿Cuales se suponen que iban a ser las buenas noticias que aquel anciano iba a decirle? La única buena noticia que quería era saber que lo iban a dejar libre. 

Caminaba de un lado de otro, acercándose a los barrotes para luego alejarse y continuar en aquel vaivén que pareciera que no iba a terminar. Finalmente el Sheriff llegó y se acercó a la celda donde mantenían al joven. 

—Finalmente. ¿Qué es lo que tienes que decirme? 

—Que voy a sacarte de aquí, luego sabrás lo demás. —Con una pequeña seña dio a entender al oficial que estaba con él que procediera a colocarle las esposas a Derek para poder sacarlo de la celda. 

Una vez fuera lo llevaron hacia la oficina del Sheriff, sentandolo sobre el escritorio mientras colocaban una especie de contrato frente a él para que pudiese leerlo. 

—¿Qué es esto? 

—Lo que te dije que quería para ti. Que mejores y tengas un mejor futuro. Ahora léelo. 

Derek levantó el papel y comenzó a leerlo, dándole importancia a cosas como "Trabajo" "Estudio" "Permanencia" "Buen comportamiento" "Vigilancia" —¿Que es esta porquería? No aceptaré. 

—Es eso o 18 meses de cárcel. 

—¡¿Qué?! ¿Solamente por consumo? 

—Y distribución. —Aclaró el sheriff. —Además de que no es tu primera vez. Tenías una advertencia y no hiciste caso. 

Derek se quedó observando al Sheriff por varios segundos, antes de colocar el papel sobre la mesa, tomando luego un bolígrafo para poder firmarlo.

Flashback

—Está bien. 

—Ahora ve a la habitación. 

—¿A la habitación? —Interrumpió nuevamente Stiles. 

—Te explicaré luego, Stiles. Derek... ve. —Ordenó al ver como el pelinegro no se movía, pero luego observando como se marchaba.