Aquella noche Jeon Jungkook salió a patinar por primera vez desde hacía meses.
No había superado la muerte de Jimin, ni mucho menos, pero una extraña nostalgia le había llevado hasta allí.
Tal vez podría sentir que Jimin estaba con él mientras se deslizaba sobre el hielo, como habían hecho siempre.
Tal vez podría volver a escuchar su adorable risa, esa que le dedicaba cada vez que Jungkook se caía por intentar presumir de sus no tan increíbles habilidades. Tal vez podría volver a sentir su pequeña mano enredada con la suya como cada vez que daban vueltas sobre el lago sin rumbo alguno. Tal vez podría volver a sentir aquella calidez que sentía en su corazón cada vez que Jimin le abrazaba por la espalda y no le soltaba hasta que se caían al suelo.
Tal vez...
Tal vez estaba pidiendo demasiado.
Se llevó las manos a la cabeza y tiró de su cabello con frustración.
Él no iba a volver, nunca iba a volver y se odiaba a si mismo por ser incapaz de hacerse a la idea.
Sin importarle el hecho de estar en el centro de un lago congelado, se quitó los patines y los arrojó al hielo.
El sonido del hielo agrietándose retumbó por todo el lugar.
Se acercó con cautela a la grieta, para ver cuanto daño había causado.
Lo que Jungkook no esperaba encontrar era aquel chico de cabellos dorados y ojos intensamente azules que se encontraba flotando bajo la gruesa capa de hielo.
Gritó horrorizado y se resbaló, cayendo al suelo y provocando que la grieta se hiciera más profunda.
-Vale... -respiró con dificultad, el vaho formándose en el aire - Solo... Seguramente está muerto, no pasa nada Jungkook, no te alteres, solo debes llamar a la policía...
Se volvió a acercar a la grieta y se fijó mejor en el chico.
Su corazón dio un vuelco cuando vio que el rubio se movía y llevaba una mano a su pecho con desesperación.
Se estaba quedando sin aire.
Sin pensarlo dos veces, Jungkook recogió su patín y golpeó el hielo repetidas veces hasta que la gruesa capa se rompió.
Sumergió sus brazos en el agua helada y sacó al chico lo más rápido que pudo.
Lo observó mientras se apoyaba en el suelo sobre sus codos y tosía toda el agua que había tragado.
El chico era delgado, de piel clara, su cabello rubio parecía casi plateado a la luz de la luna y sus ojos azules se veían apagados ahora que se encontraba fuera del agua.
Estaba vestido solo con una bata negra con rayas blancas que se le caía, dejando su espalda al descubierto.
-Hey -Jungkook posó su mano sobre la espalda del chico durante un segundo, hasta que éste se apartó con brusquedad y le miró aterrado -. Tranquilo, no te haré daño...
Se detuvo cuando sintió aquel líquido cayendo por sus dedos, cálido en contraste con las heladas manos del castaño.
Sangre.
Miró al rubio con preocupación y entonces se percató de lo que la oscuridad de la noche había provocado que ignorara. El hielo bajo el chico había empezado a teñirse de rojo.
-¿Éstas sangrando? ¿Qué te han hecho? -se acercó lentamente ante la atenta mirada del rubio y se acuclilló frente a él, quedando cara a cara - Debo llevarte a un hospital -posó su mano lentamente sobre el hombro desnudo de aquel extraño muchacho.
El rubio negó con fuerza ante aquellas palabras.
-Estás sangrando mucho -insistió el castaño.
El chico tomó el brazo de Jungkook, envolviéndolo con dedos largos y finos- totalmente contrarios a las pequeñas y adorables manos de Jimin- pensó el castaño.
Con cuidado, guió su mano sobre su espalda, dejándola sobre lo que parecía un hueso roto.
Jungkook agudizó la vista y fue entonces cuando distinguió dos heridas terriblemente profundas en forma de V invertida. Picos de huesos rotos sobresalían de aquellas heridas y la sangre se deslizaba por la piel blanca del rubio.
-¿Qué demonios...? -su corazón estaba acelerado y su respiración empezaba a volverse errática. Tomó la cara del chico entre sus manos para mirarlo fijamente - ¿Qué demonios eres?······
Taehyung estaba maldiciendo mentalmente de todas las formas posibles.
Tenía al mortal que había puesto su mudo de cabeza justo delante, el dolor en su espalda era insoportable, sus músculos seguían entumecidos a causa del frío y para colmo su garganta se negaba a funcionar.
De todas formas, ¿qué podría decirle?
«Verás, soy un ángel que acaba de caer del cielo y al cual acaban de arrancar las alas de cuajo, como comprenderás no puedo ir a un hospital. Pero gracias por preocuparte».
Uhm... No.
Se señaló a sí mismo.
-T-tae... T-taehyung -dijo con la voz rota y raspada.
El castaño se quedó mirando la mano que señalaba hacia el chico.
-¿Te llamas Taehyung? -el rubio asintió con entusiasmo. El castaño le dedicó una sonrisa adorable y añadió: -Bueno, mi nombre es Jungkook.
Dime algo que no sepa... - pensó.
-¿De dónde vienes? -Taehyung ladeó la cabeza y señaló hacia el cielo - ¿Del cielo...? Okay...
Taehyung rió para sus adentros. Él no le iba a creer, ¿cómo iba a creerle?
-¿Eres un ángel? -cuestionó Jungkook de repente, dejando a Taehyung descolocado.
El rubio le observó con cautela, intentando descifrar si el otro chico solo estaba bromeando. Pero la expresión del castaño no podría ser más seria.
Taehyung suspiró mientras asentía lentamente. Acto seguido elevó sus manos, se sentía muy estúpido por no ser capaz de articular palabra.
Entrelazó sus finos dedos formando dos alas que levantó todo lo que pudo. Ante la atenta mirada de Jungkook dejó caer sus manos sobre el hielo, pidiendo a los cielos que el mortal entendiera.
Claro que los cielos ya no estaban de su parte.
-Caer... Has caído... ¿Has caído? ¿Un ángel caído? -la mueca de dolor que mostró el rubio ante aquellas palabras lo dijo todo.
Ante la sorpresa de Taehyung, el castaño solo sonrió ampliamente mientras se levantaba del suelo con sus patines en una mano, le tendió la otra mano al ángel, la cual el rubio aceptó dudoso.
-Te llevaré a casa, debes estar muriéndote de frío -Taehyung se tensó cuando Jungkook pasó su brazo por su cintura para ayudarlo a caminar -. Ya veremos después como curamos esas heridas, ¿de acuerdo?
El cuerpo de Taehyung estaba completamente congelado, entonces, ¿qué era esa calidez en su pecho? Miró al castaño por un segundo.
Debería odiarle, debería restablecer el equilibrio del universo en ese mismo momento, debería acabar con aquello de una vez por todas y volver a ascender, volver con Seokjin y olvidarse del mortal.
Pero aquella calidez... Nunca había sentido aquello, era algo que solo podían sentir los mortales y era tan maravilloso, ¿los humanos apreciaban aquella sensación como él lo hacía?
Seguramente no.
-C-casa -intentó decir dedicándole una sonrisa por primera vez al castaño.
Y podría jurar que en aquel instante los ojos oscuros de Jungkook brillaron, como si todas las estrellas del cielo se encontrasen en su mirada.
Mientras salían de aquel lago helado, no se percataron de las sombras que acechaban en la oscuridad.
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손상된 [sonsangdoen] (Taekook)
Ficción GeneralUn ángel ha caído, los cielos han temblado tras la pérdida de uno de los suyos. Taehyung se ha corrompido. Pero tiene una oportunidad, debe restablecer el orden natural de las cosas, deshacer su error y renunciar completamente a los mortales. Los án...