❹. 𝓔𝓵 𝓸𝓽𝓻𝓸 𝓵𝓪𝓭𝓸

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-¿Él sabe lo que pasará si se queda?
La chica de cabellos rubios plegó sus alas mientras se acercaba hacia Seokjin.
Él solo hizo una mueca.
-Ha elegido al mortal, debe atenerse a las consecuencias -apretó los puños mientras sentía un nudo formándose en su garganta -. Él aún tiene la oportunidad de volver, pero no la quiere, Dahyun.
La chica frunció los labios. Entendía lo doloroso que debía ser que tu compañero sacrificase su existencia por un amor mundano, sin dudarlo ni un segundo.
Habían abandonado a Seokjin.
-Nunca entendí por qué le elegiste a él... -murmuró escondiendo uno de sus mechones rubios tras su oreja.
Seokjin sonrió, recordando la primera vez que había visto a Taehyung, aquel rayo de luz que destacaba entre sus libros y pergaminos. La ilusión de un niño rompiendo la sobriedad de los cielos.
-Yo tampoco.

••••••

Se vio a sí mismo, pero no era realmente él.
Su rubia cabellera era de un color castaño oscuro, y sus ojos azules se habían tornado cafés.
Miró su reflejo en el espejo y justo detrás distinguió la figura de Jungkook observándole sonriente.
-Te ves perfecto -susurró el mortal acercándose para abrazarlo por la espalda.
Taehyung sintió que se le saldría el corazón del pecho al sentir aquella felicidad.
Entonces la habitación se oscureció y vio como Jungkook se alejaba de él mientras tomaba la mano de un chico de cabellos plateados que le sonreía como si sostuviera la luna y las estrellas.
-¿Jungk...? -se interrumpió a si mismo cuando vio al hombre de rasgos felinos a través del reflejo.
Una sonrisa macabra se dibujó en los labios del de cabello azabache.
-Te estamos esperando, V.
Sintió un dolor atroz travesando su espalda y observó como de esta volvían a surgir sus alas, de color negro ahora.
-Tienes que ocupar el lugar que te pertenece, V.
Gritó.
Su grito se cortó cuando su cara se encontró con el suelo.
Gruñó tumbándose boca arriba.
-¿Tae?
Abrió los ojos de golpe al escuchar aquella voz. Se incorporó para mirar sobre la cama que estaba a su derecha, encontrándose a Jungkook en la puerta, vestido con unos jeans rasgados y una camiseta negra que se le ceñía al cuerpo.
Su cabello estaba mojado y pequeñas gotas caían de las puntas de su flequillo.
-¿Te has vuelto a caer? -cuestionó el castaño sonriendo mientras se acercaba a él.
-N-no puedo evitarlo -murmuró el rubio sonrojándose ante los pensamientos que pasaban por su cabeza al ver al mortal.
No era ese sentimiento cálido y dulce que le llenaba el pecho cada vez que Jungkook sonreía. Sentía calor, sentía la necesidad de posar sus manos sobre el cuerpo del castaño y se asustó cuando el chico se acuchilló y le tendió la mano.
Se arrastró hacia atrás hasta que su espalda golpeó contra la mesita de noche.
Jungkook le miró con sus grandes ojos cargados de preocupación.
-¿Estás bien?
Miró la mano del chico que seguía extendida para él.
Tuvo miedo, ¿qué era esa sensación? ¿Qué pasaría si llegara a tocarlo? Suspiró pesadamente.
Posó sus finos dedos sobre la palma de Jungkook sintiendo una descarga eléctrica por todo su cuerpo.
El mortal sonrió cuando el rubio aceptó su mano.
-Tienes una curiosa forma de despertar -murmuró el castaño ayudándolo a levantarse.
Se quedaron de pie un momento, sin soltar sus manos.
¿Cuándo se había vuelto todo tan raro?
Bueno... Todo había sido raro desde el principio.
-Eh... Yo tengo que ir a la universidad -le explicó Jungkook sin soltar su mano.
Taehyung frunció el ceño.
-¿Universidad? -el ángel lo pronunció como si las letras se le enredaran en la boca.
Jungkook sonrió para él.
-Te lo explicaré esta tarde, volveré para que comamos juntos -le prometió mientras empezaba a aflojar el agarre en su mano haciendo el ademán de irse.
-¡Espera! -el ángel tiró de su brazo provocando que sus cuerpos chocaran.
Taehyung enredó sus brazos en él y hundió su rostro en el cuello del mortal.
Jungkook dejó de respirar un segundo hasta que reaccionó rodeando la cintura del ángel con los brazos. Suspiró al notar como encajaban perfectamente y el recuerdo de Jimin sentado a los pies de su cama le golpeó.
No mientas, Kookie. Me haces daño.
Empujó al rubio con fuerza provocando que este perdiera el equilibrio y volviera a caer al suelo.
Los azules ojos de Taehyung se aguaron ante aquello. Su vista se quedó clavada en sus pies.
-L-lo siento m-mucho Jung... Jungkook -murmuró el rubio, su voz algo rota.
El corazón de Jungkook se encogió ante la imagen pero no fue capaz de hacer nada más que posar su mano sobre el hombro del rubio y susurrar.
-Solo... No vuelvas a hacer eso.
Taehyung no se movió. Incluso cuando escuchó como la puerta se cerraba, dejándole completamente solo, Taehyung no se movió.
-Te amo, lo siento.

손상된 [sonsangdoen] (Taekook)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora