-¿Tae?
El ángel levantó la cabeza de golpe al escuchar aquella voz.
Después de que Seokjin desapareciera, se sentó sobre uno de los contenedores de basura que había detrás del restaurante.
Había pensado en las palabras de Seokjin y tal vez él tenía razón. Estaba siendo egoísta, estaba poniendo a todo aquel que le rodeaba en peligro. No quería dañar a nadie, no quería dañar a Jungkook.
Sabía lo que debía hacer y el primer paso era ser completamente sincero con Jungkook y alejarle de una vez por todas.
-¿Estás bien? -el castaño se acercó a él, apoyando sus manos sobre las rodillas del rubio.
Taehyung tomó sus manos y se bajó del contenedor para quedar a su altura.
-Te amo, Jeon Jungkook -soltó, dejando al contrario helado -. Quería que lo supieras antes de odiarme.••••••
Jimin gruñó por enésima vez.
-¿Debería molestarme por tus celos? -murmuró Yoongi abriendo un ojo.
El demonio se había tumbado en uno de los reservados del restaurante fingiendo que dormía.
-Yo... N-no, no es eso... Es que... -Jimin bufó frustrado - Él ve al caído como algo bueno, no es justo, él me alejó de Jungkook. Me condenó sin razón -Yoongi se incorporó, dejando que el chico se sentara en sus piernas -. Solo quiero que tenga lo que se merece, ha hecho algo horrible, no merece su cariño.
Yoongi besó el cuello de Jimin con tanta suavidad que el de cabellos plateados sintió escalofríos.
-Jiminnie... -susurró el demonio en su oído con voz ronca, haciendo que el chico suspirara - ¿Y tú?
Jimin clavó sus ojos grises en el pelinegro y le observó con confusión.
Yoongi amaba a Jimin, por supuesto, había sacrificado mucho por él. Pero eso no quitaba que era un demonio y su naturaleza era terriblemente cruel.
-¿Tú mereces a Jungkook? ¿Crees eso? -cuestionó con una sonrisa retorcida - Tú, que has entregado todo -acarició con parsimonia la parte interior del muslo de Jimin, presionando suavemente cada uno de sus dedos sobre la tela de sus jeans, haciendo que este se estremeciera -, absolutamente todo a un demonio, a un asesino. Tú que pretendes alejarle de lo único que le ha hecho feliz en meses -rió y acerco sus labios al hombro de Jimin para deslizarlos sobre la tela de su camisa hasta llegar al hueco de su cuello, donde dejó pequeños mordiscos que hacían que el chico se retorciese sobre él -. Tú que has mirado hacia otro lado mientras yo acababa con vidas inocentes, ¿tú mereces el amor de tu querido Jungkook?
Jimin se separó de él para volver a mirarle a los ojos, aquellos oscuros ojos cargados de veneno.
-Hubo un tiempo en el que lo merecía -dijo con pesar, sabiendo que las palabras del demonio, aunque crueles, eran ciertas.
-Pero ese tiempo ya pasó, Jiminnie -susurró el de cabello azabache acariciando las hebras plateadas del contrario -. ¿Sabes por qué no te cuadra?
Jimin negó en silencio mientras escondía su rostro en el hueco del cuello del demonio.
-No te cuadra, porque esto no debería ser. Tú deberías haber llorado la muerte de Jungkook y haber seguido con tu vida sin saber nada de magia, de ángeles, demonios o caídos.
>El rubio tendría que haber encajado la muerte del mortal y haber seguido su labor como ángel guardián de otro y el mundo tendría que haber seguido su curso. Esto, este momento, tú y yo, Jungkook y Taehyung, todo es un error.<
Y aunque Yoongi era un demonio, aunque había masacrado a millones de personas a lo largo de toda su existencia, aunque siempre había creído que no tenía eso que los mortales llamaban "sentimientos", su corazón se retorció al admitir en voz alta que lo único que había traído felicidad a su decadente vida, nunca debió ocurrir.••••••
El corazón de Taehyung nunca latió ni latirá tan rápido como lo hizo en aquel momento.
Las Moiras estaban en el templo, donde una vez cada cierto tiempo se reunían con el cosmos para consultar el porvenir de la humanidad.
Aquel era el día.
Su cabeza palpitaba y sintió que el alma se le caía a los pies cuando vio el hilo de Jungkook cortado.
Aún no había muerto, pero era cuestión de minutos que la vida de su protegido terminara.
Taehyung empezó a llorar.
A lo largo de toda su existencia el ángel nunca había llorado. Había visto a los humanos hacerlo millones de veces, pero nunca lo había experimentado.
Era horrible.
Sostuvo el hilo de vida de Jungkook con pesar, pidiendo disculpas en silencio por no poder salvarlo.
Entonces lo vio.
Otro hilo de vida se enredaba con el de Jungkook y, después de que el hilo de su protegido terminara, el otro seguía mucho más, el augurio de una larga vida.
Respiró profundo varias veces antes de tomar aquella terrible decisión.
Cortó el hilo más largo con todas su fuerzas y lo unió al de Jungkook asegurándose de otorgarle aquella larga vida al mortal que se había adueñado de su corazón.
Escuchó los gritos agonizantes de las Moiras a lo lejos, sabiendo que el mundo no volvería a ser el mismo.
-¡Taehyung! -escuchó la voz de Jin a su espalda y se giró para ver como el inmaculado rostro del arcángel se deformaba en una mueca de horror al ver que había manipulado el destino - No... Taehyung... -murmuró intentando ahogar el dolor en su voz.
Para cuando fue consciente de lo que estaba pasando, el dolor volvió a nublar sus pensamientos hasta encontrarse en aquel lago helado.••••••
Jungkook no se había movido, tampoco había hablado. Pero su expresión lo decía todo.
-¿Jungkook? -el rubio intentó tocar el rostro del mortal, pero este sólo dio un paso atrás.
Se lo había dicho.
Ahora sabía por qué había caído, cual era el destino que había cambiado.
-Y-yo debía... Debía morir -dijo finalmente.
Taehyung no acertó a hacer nada más que asentir.
-Y el hilo que cortaste... -por primera vez desde que Taehyung había terminado de hablar, Jungkook le miró a los ojos - ¿De quién era, Tae?
Al ángel solo le salió un hilo de voz.
-Park Jimin -susurró.
Aunque Taehyung no intentó acercarse, Jungkook volvió a retroceder.
-Tenía miedo, me había enamorado de ti y solo pensaba en salvarte, solo quería salvarte. Solo pensaba en ti, no me paré a pensar en lo demás -el ángel hablaba muy rápido y su respiración empezaba a ser errática -. Sólo existías tú.
Sus últimas palabras solo fueron un murmullo que Jungkook no terminó de escuchar. Todo dentro de él se estaba derrumbando.
-Tú... Tú mataste a Jimin. Tú me lo quitaste -su expresión era neutra, cono si estuviera congelado.
Sin embargo, había lágrimas deslizándose por sus mejillas.
-No esperaba que lo entendieras...
-¡Porque no hay nada que entender! ¡Eres un asesino! ¡No eres un ángel! ¡Eres un maldito asesino! -finalmente explotó, chocando su puño contra la pared de ladrillo del callejón - Y tú única excusa es, ¿que estabas enamorado de mí? ¡¿Sabes qué Taehyung?! ¡Yo estaba enamorado de Jimin! ¡Me lo quitaste todo! ¡Eres un monstruo!
Taehyung no aguantó más. Comenzó a sollozar y cayó de rodillas al suelo, cubriendo su rostro con sus manos.
-Yo solo no quería que murieras -murmuró entre hipidos.
Jungkook le miró desde arriba completamente roto.
-Vete al Infierno, Taehyung.
El ángel no podría haberse tomado aquellas palabras de forma más literal.×××××××××××××××
Creo que hice que en este capítulo todo pasara demasiado rápido y no está bien but idc
Soy bien impacientePero bueno, ahora empieza lo chungo y yo ya no sé si sobreviviré a los próximos 5 capítulos uf
Bueno, nos vemos en el Infierno
Pd: Se suponía que iba a haber otra "escena" en la que aparecen Jiwoo y Hoseok pero me dio flojera JASJAJ ya para el próximo capítulo :"v
~
Abba
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손상된 [sonsangdoen] (Taekook)
Ficción GeneralUn ángel ha caído, los cielos han temblado tras la pérdida de uno de los suyos. Taehyung se ha corrompido. Pero tiene una oportunidad, debe restablecer el orden natural de las cosas, deshacer su error y renunciar completamente a los mortales. Los án...