ᴘʀᴏ́ʟᴏɢᴏ

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Siempre pensé que lo que más dolía cuando un ángel caía era el momento en el que le despojaban de sus alas.
Me equivocaba.
Lo más doloroso de la caída de un ángel, es la traición. Tus propios hermanos te arrancan las alas y te arrojan a la tierra sin inmutarse.
Porque es lo correcto.
Supongo que por eso me sentí un poco mejor cuando vi la mueca de dolor de Seokjin cuando me vio sin mis alas, la sangre recorriendo mi espalda con calidez.
A él no le era indiferente.
Se arrodilló a mi lado y posó una mano temblorosa sobre mi hombro.
-Recuerda que tienes una oportunidad, Taehyung. Arregla lo que has hecho, restaura lo que has roto y te devolverán tus alas -se acercó para dejar un beso en mi frente -. Siempre te guardaré un lugar aquí, esperaré por ti.
Mantuve la mirada fija en el suelo en todo momento. Él solo acarició mi cabello y se alejó.
Entonces caí.
Sentí frío, un frío punzante que recorría cada centímetro de mi piel.
Mi garganta empezó a arder, como si alguien la estuviera rasgando desde dentro.
Después de sufrir aquel dolor durante lo que parecieron milenios, todos mis músculos se entumecieron, provocando que una aterradora paz me invadiese.
Abrí los ojos.
Vi el cielo completamente salpicado por miles de estrellas.
Era precioso.
Y lo habría contemplado durante horas si mi pecho no hubiera empezado a arder.
Cuando el ardor se volvió insoportable, algo cayó sobre , pero no llegó a golpearme. Vi una gran grieta abriéndose en el cielo.
Bien, ¿y ahora qué?

손상된 [sonsangdoen] (Taekook)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora