Orillas de esos lagos que reflejan
siempre un Cielo fatídico y huraño
cerca de aquellos bosques gigantescos,
enfrente de esos negros océanos,
al pie de aquellos montes formidables,
de esas cavernas en los hondos antros,
vense a veces fantasmas silenciosos
que pasan a lo lejos sollozando,
fúnebres y dolientes... ¡son aquellos
amigos que por siempre nos dejaron,
caros amigos para siempre idos,
fuera del Tiempo y fuera del Espacio!
-.Dreamland III, Edgar Allan Poe.
El grito de Jungkook hizo retumbar el mismo portal. Su instinto le impulsó hacia delante, quiso cruzarlo, pero unas frías manos le atraparon y le alejaron de la silueta lejana de Taehyung.
-¡No puedes cruzar! -exclamó Jiwoo con enfado, sin controlar su fuerza, terminó tirando a Jungkook al suelo.
El labio inferior del castaño tembló mientras la imagen de alas negras y cabellos plateados se reproducía una y otra vez en su mente.
-No volverá -susurró en un quejido, abrazando sus piernas -. No volverá.
Las lágrimas no tardaron en llegar.
Yendo contra sus propios instintos, Jimin se aferró al brazo de Yoongi para no acercarse a consolar a Jungkook. Jiwoo fue la que abrazó al menor mientras su hermano examinaba el portal.
-Lo has roto, Kook -murmuró el de cabellos naranjas -. ¿Cómo lo has hecho?
Jungkook arrugó la nariz.
-Ha sido Tae -dijo, provocando que todos se girasen a mirarle. El castaño miró a Yoongi -. Le han salido alas, alas negras.
El demonio maldijo en mil idiomas.
-Está yendo más rápido de lo que pensaba, tendremos que usar un atajo -habló girándose hacia Jimin, sacando una de sus queridas dagas.
-¿Q-qué haces? -tartamudeó Jimin viendo como el demonio tomaba su mano - ¿Yoon? -susurró solo para él.
Yoongi no le miró.
Jimin empezó a ponerse nervioso bajo la mirada de los otros tres. Intentó zafarse del agarre del demonio sin éxito.
-Basta, Suga, ¿qué vas a hacer? -gruñó Hoseok al ver la inquietud del de cabello plateado.
-Te voy a liberar -dijo mirando a Jimin.
Los ojos grises del chico se abrieron de par en par y sus intentos de zafarse se volvieron más intensos.
-¡No! ¡Basta! ¡No quiero que me liberes! ¡Para! -los tirones del condenado eran inútiles bajo el agarre del demonio.
La otra mano de Yoongi se aferró a la nuca del chico, obligándolo a mirarle a la cara.
Jimin jadeó al encontrarse los ojos cristalizados del demonio, el dolor en su expresión.
Yoongi atrajo al chico hasta que sus frentes se pegaron, tomándose un momento para escuchar la respiración del otro en aquella despedida silenciosa.
Sus labios no tardaron en chocar en un beso desesperado, sus bocas enredándose con intensidad en un inútil intento de fundirse con el otro.
Yoongi se separó de golpe, un fino hilo de saliva uniendo sus labios. Con una mano aún acariciando la nuca de Jimin, cortó su muñeca con la daga.
La pared tras ellos se agrietó.
-Te encontraré, Jiminnie, siempre lo hago.••••••
Sentía sed. Y hambre.
Pero sobretodo sentía a Jungkook.
La voz del castaño no dejaba de resonar en su cabeza, aquella voz rota y desesperada que le llamaba como si su vida dependiera de ello.
Como si correspondiera sus sentimientos.
Como si no le odiara.
Era tan absurdo que se rió del Infierno por ponerle pruebas tan estúpidas.
Seguramente Jungkook estaba ahora mismo en casa viendo algún drama y comiendo pizza en el sofá.
Sonrió ante aquella imagen.
Un murmullo hizo que se alejara de sus pensamientos.
Alzó la cabeza y buscó a su alrededor hasta que se topó con aquél puente siendo recorrido por figuras borrosas que portaban velas encendidas.
Caminó hasta ellos, la curiosidad siendo más fuerte que la desconfianza.
Vio a todos aquellos humanos que vestían túnicas blancas y recorrían el puente con su vela encendida, como si la pequeña luz les guiara.
Alguien tocó su hombro.
Se giró para en contraerse a un chico bajo, con el cabello y los ojos negros, que sonreía para él.
No sabía por qué, pero su cara le sonaba, aquellos labios abultados, las mejillas rellenas y la sonrisa tierna, ¿dónde había visto aquello?
-¿Has visto a Jungkookie? -cuestionó el chico.
Entonces lo supo.
La imagen que tanto había observado, en la que ponía Graduación, aquel chico de cabello negro y sonrisa divertida que posaba para la cámara con un agotado Jungkook durmiendo tras él.
Sintió ganas de llorar.
-¿Jimin? -susurró.
L
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손상된 [sonsangdoen] (Taekook)
Fiction généraleUn ángel ha caído, los cielos han temblado tras la pérdida de uno de los suyos. Taehyung se ha corrompido. Pero tiene una oportunidad, debe restablecer el orden natural de las cosas, deshacer su error y renunciar completamente a los mortales. Los án...